En la Asamblea Legislativa, la Corte Suprema de Justicia, Caja del Seguro Social, Universidad de Costa Rica, y frente a numerosas casas particulares, se encuentran las bolas de piedra talladas. Representan algo en el ideario nacional, aún no muy claro. Curiosamente, Jorge Jiménez Deredia, afamado escultor costarricense ha inspirado gran parte de su obra en los milenarios monolitos esféricos del Diquís.
Todas las esferas privadas, en cualquier parte del país, son patrimonio nacional. Se encuentran frente a municipalidades y colegios en toda la zona sur. Con el fin de conservar posiblemente el mayor hallazgo arqueológico del país, las esferas han tomado una mayor importancia y por ende atención nacional. Las esferas se empezaron a descubrir de nuevo en 1939, después de más de cuatrocientos años de olvido.
Un nuevo parque. Propiamente en Finca Seis de Palmar Sur, en el delta del valle del Diquís, el Museo Nacional ha empezado el nuevo Parque Telemático de las Esferas, que se conocerá con el nombre: Cán Basát Roc, o esfera de piedra en lengua boruca. En las afueras de Palmar Norte, en El Silencio, se ha ubicado la esfera tallada indígena más grande registrada en el mundo hasta ahora, con un diámetro de 2,57m y un peso de 16 toneladas. También en Batambal hay grandes reservas arqueológicas. En conjunto, se denomina el megasitio Palmar-Sierpe. En tiempos precolombinos, alcanzó un área de 900 hectáreas. Hoy día, ha recibido valiosas contribuciones como la donación de diez hectáreas en Finca Seis. En esta finca se construirán las instalaciones y centros del Parque Telemático de las Esferas, para continuar con mayores estudios y avanzar en la búsqueda de futuros descubrimientos en la zona.
Alineaciones. En una forma aún no comprendida muy bien y aún tema de debates, son las extrañas alineaciones de las esferas. Algunos las identifican con las estrellas, otros con definiciones religiosas del pasado, y aun otros con temas esotéricos. Las leyendas y los mitos empiezan a proliferar alrededor de las esferas, así como en otros monumentos de origen olvidado. Todo servirá para aumentar el interés público y el turismo que llegará de todo el mundo para conocer el umbral misterioso de las esferas. ¡Con un mayor y decidido empeño en este proyecto, el Gobierno podría impulsar el turismo en este megasitio arqueológico, con alcances insospechables en turismo y desarrollo especializado!
Francisco Pizarro, cruel conquistador del Perú, escribió en 1547, en Los anales suramericanos : “Escuché que los altos señores de este imperio se reúnen cada cuatro años en el País de las Bolas, donde al parecer reciben consejos de grandes sabios”. En toda Centro y Suramérica no han ubicado el país de las bolas y muchos empiezan a creer que el delta del Diquís y las famosas e inquietantes esferas de piedra dieron origen a ese nombre: el País de las Bolas.