En los albores de los años 20 del siglo pasado, el futbol de Costa Rica vivía tiempos líricos, cuando se jugaba por el placer de hacerlo, en potreros espaciosos, lotes vacíos, cercos y bosquecillos. Este deporte comenzó a practicarse en el país hace 135 años, en 1876, como una de las actividades físicas más antiguas y una de las que más ha calado en nuestra población.
Ese ambiente propició la fundación de la Liga Nacional de Futbol (hoy Fedefutbol) el 13 de junio de 1921, y la integración de la primera Selección Nacional, tres días después de que se aceptase la invitación de Guatemala para participar en las fiestas deportivas del istmo como repúblicas independientes: los primeros Juegos Atléticos del Centenario de la Independencia de Centroamérica.
Todo parecía caminar bien, pero la naciente organización futbolística no contaba con suficiente dinero para el viaje. El caso se resolvió con una contribución voluntaria de Ernesto Viteri, secretario encargado del consulado de Guatemala, y de los dirigentes locales Alberto T. Brenes, Ricardo Fournier, Ramón Herrero y Eduardo Garnier.
Ese primer representativo patrio viajó sin ayuda oficial. El comercio colaboró además con $18 para cada jugador, un suéter azul y una pantaloneta blanca, implementos que adornaron nuestro primera vestimenta tricolor. Las medias rojas las pusieron los futbolistas.
El grupo fue integrado con figuras del Club Sport Herediano (el primer campeón del futbol tico, en 1921, en su año de fundación), el Club Sport La Libertad, la Liga Deportiva Alajuelense, la Sociedad Gimnástica Española y la Sociedad Gimnástica Limonense.
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A las 22 horas zarpó el vapor
Su intención era intervenir solo en futbol, pero los seleccionados también fueron inscritos en las pruebas de atletismo, y, por cierto, actuaron con buen suceso ante rivales de Guatemala, Honduras y El Salvador. En las pruebas de pista y campo, los jugadores obtuvieron tres primeros premios, seis segundos y nueve terceros.
Por fin, el torneo de futbol de los Juegos Atléticos del Centenario de la Independencia de Centroamérica comenzó con las semifinales el miércoles 14 de setiembre de 1921 en el estadio del Campo de Marte.
Guatemala, con un plantel de profesionales que había jugado en Inglaterra y España, se clasificó a la final al golear 10-1 a Honduras. Costa Rica también se transformó en finalista del corto certamen al propinarle una paliza de 7-0 a El Salvador.
Joaquín Manuel
La final centroamericana entre ticos y chapines se celebró el domingo 18 de setiembre de 1921. El juego estuvo muy disputado en la primera parte, mas pasó a dominio pleno de los visitantes en la segunda etapa, cuando el marcador registró un contundente 6-0 a favor de Costa Rica.
La victoria fue aplaudida por unos 10.000 aficionados comunes y por personas de la alta sociedad guatemalteca.
El título zonal de futbol se quedó en manos de Costa Rica después de dos victorias claras, 13 goles anotados y ningún tanto en la portería de
Carlos Herrera, mandatario de Guatemala, entregó a los ticos la Copa Campeonato, un valioso y hermosísimo trofeo, alto, en forma de ánfora, con dos asas de plata y esta inscripción: “El Presidente de Guatemala al equipo vencedor de los juegos de football, 18 de setiembre de 1921”.
La delegación de Guatemala se adjudicó los Juegos Atléticos con 22 medallas de oro, 17 de plata y nueve de bronce, aunque sus aficionados lamentaron la pérdida del hecho principal, el torneo de futbol, que quedó en manos de la
Un tren salió a las 10 a. m. y los condujo a San José, a donde llegaron a las 3:30 p. m., a la estación de La Sabana. Allí reinaba un gran entusiasmo entre un millar de seguidores, pese a la lluvia torrencial que descompuso la fiesta.
Saludados por sus amigos y familiares, los jóvenes seleccionados desfilaron hacia la ciudad en una carroza alegórica, adornada con los escudos de Costa Rica y Guatemala, y con las banderas de todos los clubes de la Liga Nacional. Los acompañaron 20 vehículos de los socios del Auto Club de Costa Rica.
El público, entusiasta, vitoreó a su paso a los deportistas por la avenida Central hasta el Cuartel Bellavista. El desfile continuó frente a la Casa Presidencial, donde el mandatario, Julio Acosta, condecoró a los deportistas como héroes nacionales, con la medalla del Centenario de Centroamérica.
Todo el festejo finalizó en el café La Feria. Allí, familiares y amigos les tenían preparado un té. Después de un momento de alegre charla, fatigados por el viaje, los futbolistas se retiraron acompañados por gran número de amigos.
Se lanzó la idea de que la copa ganada en Guatemala, tras exhibirla al público en unas tiendas, fuese enviada al Museo Nacional con los nombres grabados de quienes la ganaron en buena lid.
Sin embargo, dicho trofeo está en la Fedefutbol y por un tiempo se exhibió una placa en el antiguo Estadio Nacional, donde se decía quiénes integraron la primera Selección de futbol de Costa Rica.