Es el título de un libro que escribió recientemente el Dr. Royé Muñoz Zamora, sobre un tema muy delicado: ¿Quién es Dios?
Antes de Cristo, la gente buscaba a Dios por todas partes; para algunos Dios era el Sol, que daba vueltas alrededor de la Tierra.
Después de Cristo se descubrió que era la Tierra la que giraba alrededor del Sol.
Según los astrónomos, al sol le quedan nada más que unos seis mil millones de años de existencia.
En la India apareció Buda, ofreciendo el nirvana para sus seguidores, un lugar de paz y tranquilidad eternas.
En Belén nació Jesús, un nazareno judío, que los judíos se negaron a seguir.
Sin embargo la gente lo comprendió y lo siguió porque él hablaba del amor a los semejantes y de un reino feliz para después de la muerte.
El emperador consideró que estaba subvirtiendo el orden y lo condenó a morir crucificado.
Otro de los grandes líderes religiosos fue Mahoma, quien nació en La Meca 571 años después de Cristo, y, en una dura lucha por sus ideas, logró fundar el islam, también en busca de la felicidad eterna.
Para llegar a alguna conclusión sobre la existencia de Dios, el doctor Muñoz comienza buscando el origen del hombre, que según los que estudian estas cosas, fue hace unos dos millones de años, y no es sino hasta hace cien mil años que aparece un homo sápiens, es decir, el hombre que piensa.
Se cree que vio la luz primera en las costas de África y allí empezó a organizarse en tribus que emigraron por Asia y Mesopotamia en busca de mejores tierras y alimento.
Desde entonces, el hombre es el único animal que se organiza para matar a sus semejantes y quitarles sus tierras; esta mala costumbre se conserva hasta la actualidad.
Así los hombres fueron formando naciones, razas, idiomas y culturas diferentes, cada una con sus líderes religiosos promoviendo la fe y la esperanza de una vida eterna y feliz.
En los últimos años de la vida se piensa mucho en Dios, y el Dr. Muñoz comparte conmigo el criterio de que Dios es lo más grande que existe; luego, lo más grande que podemos concebir es el universo: Dios es eterno, el universo también; Dios es infinito, el universo también; por tanto, lo que más se asemeja a Dios en esta vida es el universo. Nosotros vivimos en el cuerpo de Dios.