Luis Antonio Sobrado, presidente del TSE, teme la posibilidad de que en la Asamblea Legislativa se impulsen reformas que debiliten el control sobre el financiamiento de las campañas políticas.
Así lo expresó en entrevista con
Sabedor de que será la principal cara del Tribunal para las elecciones del 2014, el magistrado sostiene que adversará cualquier intento por volver al “reino de la opacidad”, y agrega que los partidos deben erradicar viejas prácticas.
Así lo afirmó luego de un periodo en el que el TSE ha investigado y denunciado penalmente a diversos partidos políticos (incluidos los más grandes) por aparentes manejos indebidos de la deuda política.
Indudablemente que el Tribunal estaba en una situación de menores retos y desafíos cuando las liquidaciones de los partidos se tramitaban ante la Controlaría General de la República. Lo que sucede es que, no por comodidad, hay que resistirse a esa evolución natural que demandaban los tiempos.
”Usted recordará que en la elección del 2002 se presentaron escándalos pavorosos en materia de financiamiento y el esquema legal impedía investigar y sancionar transgresiones, y creo que parte del descrédito de la política se consolida no solo con esa realidad, sino con el mensaje de impunidad”.
Una regulación defectuosa en materia de financiamiento supone una serie de riesgos claves para la democracia, como contiendas poco equitativas, como una excesiva dependencia de los donantes privados que tiende a crear compromisos para los gobernantes e, inclusive, puede provocar un verdadero secuestro del poder político por el poder económico y, de alguna manera, abre espacios a la indeseable penetración del crimen organizado y de los dineros mal habidos.
Se ha evidenciado que había una serie de prácticas tradicionales que el Código Electoral venía a establecer como prácticas indebidas, y creo que no todos los partidos lograron entender eso y hay una cierta inercia que los hizo mantener esas prácticas tradicionales.
Sí, desde luego. En la medida en que el Tribunal ha ejercido con mucho compromiso sus responsabilidades en el terreno del financiamiento pues las investigaciones, los procesos y procedimientos que están ligados alrededor de eso pues han incomodado ciertamente a algunas personas y a algunas agrupaciones, pero, en fin, es nuestra responsabilidad cumplir.
Ninguna, en ningún momento me he sentido presionado a desviarme de la aplicación de la ley. Ha habido manifestaciones de enojo y de molestia, pero eso es normal.
Creo que tenemos el Tribunal más independiente de América Latina; no lo digo por las personas que ocupamos estos cargos, sino por el esquema legal que blinda su propia independencia.
No creo, no creo.
Con serenidad, porque básicamente yo creo que eso nos corresponde, ser transparentes en cuanto a hacer ver que estamos frente a un marco legal y que nuestra responsabilidad es aplicarlo.
Sí, efectivamente, yo veo con temor la posibilidad de que se impulsen reformas involucionistas. Cualquier intento de volver al reino de la opacidad o al gobierno de la impunidad en este terreno, será adversado con respeto, pero con firmeza por parte de este Tribunal, en la medida en que nos toca en el trámite parlamentario rendir criterio y ese criterio tiene efectos en términos de agravar las mayorías legislativas para aprobarlo.
Mire, la determinación de cuánto es el monto razonable para dedicarlo a la política, es una típica decisión política. Lo que creo es que el apoyo del Estado a la política debe estar mejor distribuido.
”Es por eso que estoy insistiendo en la necesidad de discutir temas como las franjas (estaciones de radio y televisión que sean distribuidas de manera equitativa entre los partidos), el disponer de algunos mecanismos que a los partidos les permitan disponer de recursos desde el inicio de la campaña y no al final, cuando ya los dados están echados”.