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Importantes conversaciones históricas

“Conversaciones con las grandes figuras de la historia”, un libro de gran interés intelectual

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Fue el Dr. Orlando Quesada Vargas quien me recomendó leer Conversaciones con las grandes figuras de lahistoria , de Juan Jaramillo Antillón. Orlando no solo es un eminente médico, sino que es una persona de vastos intereses que incluyen, además de la medicina, todas las ciencias, el arte y hasta el deporte. Además, conozco al autor desde que éramos niños, ya que es primo mío (como lo fueron también el expresidente Teodoro Picado y el sacerdote Víctor Ml. Arrieta, a quienes he mencionado en otros artículos). Las familias costarricenses forman una telaraña que cubre casi todo el país. Como me decía un amigo a quien hace días no veo, los ticos, para estar seguros de no cometer incesto, deben casarse con extranjeras. Recuerdo muy bien a los padres de Juan, ya que visitaban mi casa por lo menos dos veces a la semana. Su padre, Juan, llegó de Colombia y se enamoró de nuestra prima Arabela. Era un hombre alto, bien parecido, de porte elegante y su esposa era muy alegre y desbordaba bondad en cada uno de sus actos. Sus hijos, Juan y Orlando, fueron inicialmente nuestros compañeros de juego. Crecieron y los dos se convirtieron en médicos. Juan, además, fue Profesor Emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica y Ministro de Salud. Ha publicado 31 libros sobre diversos temas del saber humano. El libro está compuesto de conversaciones del autor con prácticamente todos aquellos seres que, con sus aportes, sus ideas y sus sueños, han logrado crear la civilización y el mundo en el cual vivimos. Solo con los creadores de las religiones el autor, por respeto, no nos presenta una conversación directa con el personaje, sino que lo hace con alguien que lo conoció o que convivió con él. El primer diálogo es con Hammurabi, rey de Babilonia de 1792 a 1750 a. C. Sigue con Akhenatón, el creador de la primera religión monoteísta, pasa por Abraham, cuya existencia histórica está basada únicamente en la Biblia, ya que no existe ninguna prueba arqueológica sobre su existencia. Siguen con los grandes filósofos y creadores griegos como Protágoras, Platón y Sócrates. Platón, por cierto, indicó que había intentado explicar el mundo “mediante el uso de la razón, sin apelar a la religión, a los dioses o a las simples tradiciones”. Cuando Juan le pregunta a Epicuro cuáles eran los mayores obstáculos para mantener la felicidad, este contesta “el temor a la muerte, a la ira divina o a Dios, el temor al futuro y el miedo al dolor, que pueden ser eliminados gracias al conocimiento de la naturaleza”. Además, lanza las siguientes interrogantes “¿Acaso está dispuesto Dios a erradicar la maldad, pero no es capaz de hacerlo? En ese caso no es poderoso. ¿Es capaz, pero no está dispuesto hacerlo? Entonces, en ese caso, es malvado”. El autor no conversa directamente con Jesús de Nazaret, sino que lo hace con alguien que lo conoció muy bien y le cuenta que tenía tres hermanos y dos hermanas. Además que “comía y bebía con placer”. San Pablo dice que Jesús era de padres judíos y practicaba la religión judía. San Agustín tuvo una vida disipada y al principio ni siquiera era cristiano. En sus Confesiones le rogaba a Dios: “Señor hazme casto, pero todavía no...”. Hipatia, la más grande científica de la Antiguedad, cuenta que rehusó convertirse al cristianismo, a pesar de la enorme persecución religiosa del emperador Teodosio y de Cirilo, el arzobispo de Alejandría, quien incitó a una multitud de sus feligreses para atacarla: “me sacaron del carruaje, me rompieron la ropa, me golpearon e hirieron hasta asesinarme y, no contentos con eso, me partieron en pedazos y me quemaron. Mis trabajos fueron destruidos y mi nombre borrado de la biblioteca”. Este arzobispo fue luego santificado por la Iglesia católica. Los más importantes personajes históricos siguen apareciendo en el libro: Dante, Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Maquiavelo, Copérnico, Galileo Galilei, Cervantes, Shakespeare, Descartes, Spinoza, Voltaire, Marx, Newton, Montesquieu, Rousseau, Kant, Mozart, Beethoven, Lincoln, Darwin, Verdi, Mendel, Nietzsche, Edison, María Curie, Einstein, Gandhi y Mandela. Todos los diálogos no solo son de gran interés intelectual, sino que están escritos en un lenguaje claro y simple, en forma amena, por lo que están al alcance de cualquier persona y de cualquier edad. Debería ser usado como un libro de texto en todos los colegios de Costa Rica.








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