San José (Redacción). Autoridades del Hospital México colocarán cámaras de vigilancia y revisarán los casilleros de los empleados como medidas de control para evitar situaciones como la venta de drogas dentro de la institución.
Las cámaras se ubicarán en puntos estratégicos y la revisión de casilleros será al azar.
“Planeamos ubicar cámaras de seguridad y también aplicaremos una política de inspección de los casilleros, para poder chequearlos cuando nosotros así lo consideremos. Y es que cuando el personal ingresa pueden fácilmente esconder material de este tipo”, explicó Douglas Montero, director del Hospital México.
Agregó que a la institución se le “complica” efectuar una revisión exhaustiva de los 3.500 funcionarios que laboran allí, una vez que ingresan al establecimiento, y es por eso, que recurrirán a otras alternativas.
“Revisar a los trabajadores lo único que provocaría es la afectación del clima institucional y si quieren meter algo igual lo meten. Si lo hacen en los aeropuertos con toda la inspección que hacen, imagínese lo sencillo que es en un hospital”, comentó.
Las luces de alarma se encendieron en el México, tras la detención que realizó, días atrás, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de un asistente de enfermería, quien aparentemente vendía marihuana a funcionarios del hospital.
Montero relató que el hombre de apellido Jiménez tenía siete años de trabajar en el centro de salud y en ese tiempo nunca recibió ninguna sanción. “Todo lo contrario, más bien a él lo identifican como un muchacho colaborador con los pacientes”, mencionó.
Al parecer Jiménez utilizaba varios casilleros a la vez para esconder la droga y nadie se dio cuenta de este mecanismo. “Alguien del hospital seguro se retiró o se pensionó y él se apoderó de más casilleros”, agregó.
El director del hospital manifestó que en los próximos días podrían recibir una lista de las personas vinculadas con la compra de marihuana dentro de la institución, y una vez que tengan el documento tendrán que hacer una intervención médica y psicológica con cada uno de ellos.
Funcionarios con adicciones. Montero reconoció que en la institución tienen varios casos de funcionarios con problemas de adicción. Recordó que el consumo de alcohol lidera esta lista.
“Cuando tenemos sospechas de algún integrante pedimos que se haga una prueba para detectar si ha ingerido drogas. No vamos a negar que tenemos algunos compañeros con adicciones y los estamos tratando como pacientes que también son”, manifestó.
El jerarca de la institución dijo que los médicos operan junto a cirujanos y enfermeros, situación que califica como una “ventaja”, pues facilita las cosas a la hora de identificar si alguno de ellos consumió estupefacientes antes de una intervención.
Según Montero, en los hospitales hay una cercanía con las drogas, por lo que deben establecer mecanismos de control más rigurosos sobre la utilización de los medicamentos.