Un total de 92 toreros improvisados resultaron lesionados en las fiestas de Nicoya, sin que se contratara la póliza exigida para atender accidentes de quienes entran al ruedo.
Cinco de ellos sufrieron heridas graves, como José Ramírez Noguera, quien permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital México, tras una embestida, el pasado jueves.
El Reglamento a las Actividades Taurinas indica que quienes organizan un evento deben contratar con el Instituto Nacional de Seguros (INS) una póliza de accidentes para improvisados.
Este seguro cubre gastos médicos, atención de incapacidades e indemnizaciones por muerte.
Sin embargo, el presidente de la Comisión de Fiestas de Nicoya, Mainor Caravaca, reconoció que no compraron la póliza para la monta que concluyó el lunes pasado, luego de seis días de corridas.
“No podemos controlar quiénes entran y salen de la plaza; ya eso se sale de nosotros”, dijo.
A diferencia de Zapote, la mayoría de redondeles de Guanacaste dejan el acceso libre a la barrera, por lo que ingresan toreros improvisados a su antojo.
“Con la Fuerza Pública, vigilamos que no haya menores, ni gente tomada, hacemos lo mejor posible”, manifestó Caravaca.
Aclaró que sí compraron el seguro de responsabilidad civil, para el público, y la póliza de riesgos del trabajo para el personal del toril.
Sobre los montadores, Caravaca dijo que el grupo contratado aportó sus seguros de riesgos del trabajo.
A pesar de sus explicaciones, el Reglamento a las Actividades Taurinas establece que los municipios deben recibir la póliza para improvisados, entre otros documentos, para autorizar las corridas.
“La Municipalidad de Nicoya nunca ha dicho nada sobre la póliza para los toreros improvisados”, dijo Caravaca.
El jueves pasado, el alcalde de Nicoya, Marco Jiménez, carecía de datos para dar una respuesta.
“Voy a revisar el expediente de los documentos –presentados por la comisión de fiestas–. Mándeme sus consultas por correo electrónico, y le contesto mañana (ayer)”, dijo Jiménez, vía telefónica.
Sin embargo, al cierre de edición no hubo respuesta al correo enviado, y no fue posible contactarlo a su número celular.
El domingo pasado,
Caravaca afirmó que, en sus dos años en la Comisión de Festejos, no han adquirido nunca esa póliza.
La falta de póliza impide a la Caja Costarricense de Seguro Social cobrarle al INS la atención médica de cada paciente atendido.
Por ejemplo, el torero improvisado, José Ramírez, de 38 años, ha sido sometido a tres cirugías en el Hospital México, y cada día de hospitalización cuesta ¢650.000.