El descubrimiento fue realizado por científicos que inspeccionan algunos de los lugares más aislados del mundo con el fin de determinar la situación de un centenar de especies de anfibios que se consideran desaparecidas desde hace decenas de años.
Una de las tres especies halladas es una salamandra (“Chiropterotriton mosaueri”) que no se había vuelto a observar desde 1941. Varios especímenes fueron halladas bajo tierra, en una gruta del Estado de Hidalgo, en México.
Otro descubrimiento tuvo lugar en Costa de Marfil, una pequeña rana marrón (“Hyperolius nimbae”) observada por última vez en 1967.
La tercera especie hallada es una rama marrón con manchas de color verde vivo, casi fluorescentes (Hyperolius sankuruensis), observada en la República Democrática del Congo, vista por última vez hace 30 años.