Justo Orozco
Diputado deRenovación
¿Estuvo en las dos asambleas?
Sí, y estuve saludando a la gente, estaba con otro encargado que es don Álvaro Umaña, que era el encargado de la asamblea.
”Yo siempre trato, no he podido ir a todas, yo trato de saludar a todos, es parte de mi trabajo. Hay algunos líderes que no pueden ir a la asamblea, no les sirve la hora o no les sirve el lugar o no quieren; entonces yo voy a oír la problemática, las necesidades. Es un trabajo normal; ya dejen de hacer escarnio; me están haciendo mártir de gratis. Yo, en realidad, voy a tener que no pedir carros”.
¿Usted sabía que iba a ir a las asambleas?
Claro, yo sabía.
Pero me dice que tiene carro del año, personal.
Sí, sí, sí.
¿Por qué no usar ese?
Por chofer, porque yo no puedo manejar distancias largas; tengo la prescripción médica.
Ese día (sábado), además de ir a las asambleas, ¿a dónde más fue?
A visitar iglesias, visitar asociaciones de desarrollo comunal (...). Hay diez cantones que tenemos regidor, esos, me gusta visitarlos.
”Ustedes están acorralando la función del diputado en una forma inquisidora. Cuando yo veo que en Nicaragua, que en Panamá, que dan dos carros, que ganan más que nosotros, que tienen carros discrecionales, que manejan el presupuesto, andan la chequera los diputados y aquí, cada tiro menos, como si fuéramos delincuentes..., hay que ser también patriota”.
Pero usted sabía que ese día eran las asambleas...
Sí señor, yo lo sabía, y yo pasé por las asambleas, no voy a negar la verdad, pero no anduve haciendo solo eso, anduve en varios lugares.
”Que yo saludo y hago una introducción y otra cosa, bueno, el que puede lo más puede lo menos, me dan el privilegio de que salude, que yo conduzca una parte”.
¿Cuál era su objetivo al conducir esa parte de las asambleas?
Saludar a la gente, agradecerles a los señores, decirles que sí se puede llevar un regidor a la municipalidad, que sí se puede llevar un diputado.