La diferencia entre gastos e ingresos tributarios del Gobierno (déficit fiscal) podría quedarse por debajo del 4,5% del producto interno bruto (PIB), de mantenerse las cifras de recaudación actuales, manifestó ayer Édgar Ayales, ministro de Hacienda.
Esta cifra coincide con la esperada por el Banco Central, según la revisión de su Programa Macroeconómico 2012-2013, y es inferior al 4,7% que pronosticó ayer la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“La política del Gobierno de mejora de recaudación y contención del gasto corriente sigue dando frutos. El compromiso de esta Administración con la inversión empieza a verse plasmado en la aceleración que está mostrando. Por esto, proyectamos que el déficit financiero no será mayor al 4,5% del PIB”, dijo Ayales.
Para sustentar esta afirmación, el titular de Hacienda explicó que el déficit financiero acumulado a noviembre pasado llegó a ¢907.730 millones, el equivalente a un 4% de la producción. “Esto le da espacio a lo que pase en diciembre, que es un mes de gastos e ingresos extraordinarios”, dijo Ayales.
Crecimiento. A la fecha, los pagos de los impuestos de ventas y renta presentan crecimientos del 10% y el 11%, respectivamente. En conjunto, estos dos tributos son los que han llevado más recursos a las arcas del Gobierno.
“El aumento en la recaudación del impuesto sobre la renta da progresividad al sistema tributario”, comentó el ministro.
Según Ayales, si bien el crecimiento en la recaudación de estos impuestos es similar al crecimiento nominal de la economía, no están estrechamente relacionados, pues los sectores de zonas francas y servicios no están gravados.
En el lado de los egresos, las transferencias y los gastos de capital son los que crecen a mayor velocidad, un 13% y un 16%, respectivamente. En el primer grupo están los pagos a la Caja Costarricense de Seguro Social, por ¢160.000 millones, los cuales están reflejados dentro del déficit, en una magnitud equivalente a un 0,2% del PIB.
El ministro de Hacienda estima que el próximo año no se darán cambios significativos en el déficit. “En ausencia de nuevos ingresos solo podremos mantener este crecimiento”, mencionó Ayales.