Palo de escoba para sustraer un radio
Del cuarto donde vive Carlos García, por el lado de la Escuela República de Nicaragua, sustrajeron un radio cuyo valor está estimado en la suma de ¢200.
Los detectives fueron informados por una vecina que alegó haber visto a un fulano de apellido Chavarría, cuando pasó al interior, con un palo de escoba.
Los detectives hicieron una inspección ocular y constataron que por un hueco hecho en la pared no cabía un hombre. Pero sí cabían el palo de escoba y el radio que fue sustraído.
Lucas y Danilo en accidente de tránsito
Ayer día de San Pedro y San Pablo chocaron violentamente Lucas y Danilo en avenida 4 y calle Alfredo Volio en horas cercanas al mediodía.
Según el parte puesto en la Dirección General de Tránsito, el culpable fue el vehículo placa 7843, por haberse saltado un alto.
El último de ellos, de apellido Cabezas, resultó herido en la cabeza. El conductor del vehículo contrincante, placa número 191 de Cartago, quedó hospitalizado en el Hospital San Juan de Dios. Ambos vehículos fueron decomisados.
Robada la gata de Gabelo
Gabelo Quesada Huertas tenía su vehículo estacionado frente a su casa de habitación. Alguien, conocedor de los manejos del vehículo y de lo que en la caja de herramientas tenía, forzó la misma y dejó limpio el depósito de las mismas.
Los detectives establecieron que en una compraventa de un comerciante de apellido Ortega, estaba una serie de herramientas de las sustraídas al mentado Gabelo.
Los detectives no se anduvieron por las ramas y pasaron las diligencias a conocimiento del alcalde penal de San Juan de Tibás.
Grupos antisemitas operan en Buenos Aires
Buenos Aires. UPI La policía frustró un intento de los estudiantes secundarios de llevar a cabo una “marcha de silencio”, en protesta por el ultraje cometido la pasada semana por jóvenes nazis contra Graciela Sirota, estudiante judía de matemáticas. Los estudiantes se reunieron al tiempo que miembros del grupo fascista “Tacuara” esperaban a través de la calle en la esquina opuesta.
La Comunidad Judía decidió cerrar todos los establecimientos como protesta por el vejamen de que fue víctima la señorita Sirota.