Los manifestantes representan a unos 12.000 excombatientes, según han dicho sus dirigentes. Desde febrero, este grupo ha interrumpido temporalmente el tráfico de vehículos en varios puntos de Nicaragua y han protestado frente al edificio legislativo.
El grupo exige al Estado parcelas de tierra para cada uno, títulos de propiedad, atención médica especializada y pensiones vitalicias.
No obstante, Ortega no se ha referido en público a sus demandas.
Uno de los antiguos militares, Manuel Burgos, explicó a la televisión local que ingresaron a la fuerza al Parlamento porque una comisión legislativa, delegada por el presidente Ortega para negociar con ellos, no ha cumplido los compromisos adquiridos hasta ahora, de los que no ofreció detalles.
Burgos manifestó: “Estamos a favor del comandante Daniel Ortega, pero queremos que nos cumpla (...), por eso estamos aquí, por eso tomamos la Asamblea Nacional; somos retirados del Ejército Popular Sandinista”.
Otro de los excombatientes en la protesta, Abraham Padilla, agregó: “No tenemos qué comer, no tenemos dónde vivir ”.
Varios de los exmilitares vistieron camisetas y gorras rojas y negras, alusivas al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
El líder sandinista, Daniel Ortega, gobernó por primera vez Nicaragua en la década de los ochenta, cuando los manifestantes pertenecían al extinto Ejército Popular Sandinista (EPS), que combatió con las armas a la Resistencia Nicaraguense, conocida como la “contra”.