Fomentar la igualdad entre hijos e hijas es un tema que cobra fuerza en la sociead actual. Sin embargo, es necesario ir más allá del simple discurso.
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Es cierto que el panorama ha cambiado en los últimos años y las niñas de hoy están creciendo en una sociedad que les brinda mayores oportunidades.
Sin embargo, todavía se manejan algunos conceptos machistas, incluso dentro de nuestras propias casas. ¿Qué estamos haciendo como padres para eliminar por completo estas prácticas? ¿De verdad educamos a nuestras hijas de igual manera que a los hijos varones?
El psicólogo Erick Quesada ofrece algunos consejos para poner en marcha en los hogares.
1) Es necesario que los padres promuevan el desarrollo de destrezas físicas, mentales y emocionales en sus hijos sin distinción del sexo. Esto es básico para superar los estereotipos que afirman que los hombres son más racionales y hábiles para algunas cosas, y las mujeres, más sensibles y capaces para otras. Creer en esto obstaculiza el desarrollo integral y pleno de los niños.
2) En las labores cotidianas del hogar, en las que participan los niños y las niñas, es fundamental no hacer una diferenciación. Es decir, se debe evitar, por ejemplo, que la chiquita lave los platos y el niño solo ayude al papá a hacer un arreglo. Por el contrario, lo ideal es promover que los hijos de ambos sexos experimenten y se involucren en roles que tradicionalmente han sido asignados solo a uno de ellos.
3) Es recomendable conversar y reflexionar sobre el tema del machismo con los hijos. Existen muchos indicadores de violencia que guardan relación con este tema y que podrían utilizarse para analizar sus consecuencias negativas: la violencia intrafamiliar, la agresión verbal hacia las mujeres en la calle y los chistes que descalifican a la población femenina o a las personas homosexuales, por ejemplo.
4) Es indispensable que los padres de familia estén claros de que el machismo y las diferencias en términos de desigualdades que encontramos entre los sexos, no responden a algo natural en el ser humano. Que más bien, al tratarse de fenómenos sociales y culturales, existe siempre la posibilidad de generar cambios positivos.
5) Como en todo, el consejo de oro en este tema es educar con el ejemplo. Así que un primer paso es que los padres y madres reflexionen sobre sus roles al interior de la familia y realicen los cambios que sean necesarios.
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