Los Gobiernos de Costa Rica y del resto de los países que integran el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) tienen altas expectativas del encuentro con el mandatario estadounidense este viernes, aun cuando no haya agendas ni tampoco esté previsto que puedan resultar acuerdos, como reconoció el canciller. Se tratará, según sus palabras, de una conversación abierta sobre los temas que cada presidente pueda expresar en 10 minutos, temas sobre los cuales podría darse algún proyecto en el futuro.
En medio del trajín de la víspera de la llegada de un presidente de Estados Unidos, el ministro de Relaciones Exteriores anfitrión hace sus cálculos en cuanto a las conversaciones que serán sobre todo eso, conversaciones.
¿Qué pasará en esta visita de Barack Obama?
Tenemos una expectativa muy alta y positiva. Él viene a acercarse a Costa Rica y a la región centroamericana, con la idea de impulsar el crecimiento económico y el desarrollo inclusivo. Hablará de un desarrollo integral, que no solo asuma solamente lo económico con inversiones y comercio en el marco del TLC (Tratado de Libre Comercio). El abordaje viene con una perspectiva más amplia, como mejorar capacidades de la educación, el uso de las nuevas tecnologías y la explotación de la energía con técnicas limpias y baratas, que mejoren la calidad de vida. Es un desarrollo multifacético e inclusivo, que considere las minorías étnicas, como los afrodescendientes. El lema es Unidos por la prosperidad .
¿Por qué este nuevo enfoque ahora mismo, después de años de ir con un modelo distinto?
Es un nuevo punto de vista propuesto por Estados Unidos y nos ha parecido pertinente. Puedo interpretar que se origina con la crisis económica que tienen los países desarrollados, sea Estados Unidos o los europeos. Lo que buscan es mirar hacia otro lado para encontrar oportunidades para invertir y generar empleos.
¿Se van a concretar inversiones en esta oportunidad?
Ese es el propósito. Por ejemplo, veremos si ellos nos exportan gas para evitar las plantas de diésel para generar electricidad. Pueden ser oportunidades con proyectos conjuntos para beneficiarse ambos países, basados en la empresa privada.
Entendemos que no habrá nada para firmar, ninguna declaratoria o acuerdo conjunto.
Está descartado firmar acuerdos o resoluciones, o memorandos de entendimiento. La idea es ir al fondo de los temas, tener una conversación abierta y franca, de la que se pueden derivar proyectos para el futuro.
¿Ni siquiera acuerdos en el marco del SICA?
Sí, lo que pasa es que hay temas paralelos. Con Centroamérica se hablará de narcotráfico, pero eso tiene que ver con desarrollo.
Hace dos años la presidenta Laura Chinchilla quería posicionar el tema del narcotráfico en el debate internacional. ¿Por qué ahora queda en segundo plano?
Eso no está descartado, pero el foco de interés es impulsar una política proactiva, impulsar un modelo de desarrollo más social que prevenga los factores que sirven al crimen internacional.
Eso puede ser útil, pero no para el corto plazo ni el mediano...
Resultados, puede haber alguno, pero, sobre todo, a largo plazo.
¿En verdad nunca antes se había planteado ese tipo de desarrollo conjunto con Estados Unidos? Es como descubrir algo nuevo.
En esos términos no lo habíamos hablado. Ahora queremos un marco de temas para ver en qué nos ponemos de acuerdo. Ellos traerán sus ideas concretas. Hay algo sobre energía con la participación de Ad Astra (empresa de Franklin Chang) y la empresa Cummins. También proyectos de geotermia. Puede haber proyectos concretos, pero se requiere una conversación más amplia.
¿Nuevos planteamientos para el desarrollo económico implicaría cambios en el TLC vigente?
Puede que se necesiten pequeños ajustes, pero lo que hay es provechoso y exitoso. Hay cifras positivas y que arrojan beneficios tanto para Centroamérica como para Estados Unidos. El TLC que tenemos es un buen marco y quizá necesita más bien ser aprovechado.
Para Obama también es importante tomarse la foto aquí.
Claro. Denotará la nueva importancia que dan a Costa Rica y al SICA. Sería una señal de unidad de la región, aunque no es absoluta.
Obama tomará su avión, se irá, ¿y qué quedará?
Corresponderá abrir mecanismos para dar seguimiento a todo lo que se converse, ya con abordaje más técnico.
¿Ve usted en Obama alguna particularidad que le hace tener cierto interés con esta región?
Él tiene un estilo muy abierto, muy cordial y hasta cierto punto informal. Es de diálogo. Tiene experiencia de vivir largos tiempos en países en vías de desarrollo y eso desarrolla una sensibilidad.
¿Se solidarizará Costa Rica con el interés de otros Gobiernos vecinos por la reforma migratoria en Estados Unidos?
Costa Rica los acompañará en el tratamiento de este asunto. Apoyamos un trato mejor para migrantes latinoamericanos, que viven un drama. Nadie se ha ido solo por buscar su aventura.
¿Ya se han puesto de acuerdo en algo los miembros del SICA?
No hemos coordinado nada porque la idea es que expongan los puntos de su interés.
Será una ensalada de temas.
Puede ser. Será la labor de los asesores de sacar las piezas más atractivas de esa ensalada.
¿Cuánto tiempo podrá hablar cada presidente del SICA?
Unos 10 minutos por presidente, pero no es tan rígido.
¿Viene Obama a visitar países amigos?
La relación siempre ha sido amistosa con nosotros. Será todo cordial. Espero que todos acabemos con una sonrisa.