El pasado 29 de mayo, tuvimos el placer de recibir a la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, en las oficinas centrales de Enel en Roma, como parte de su visita a Italia. En primer lugar, quiero aprovechar la oportunidad para agradecer a la presidenta Chinchilla por incluir este encuentro en su apretada agenda, ya que también nosotros compartimos la creencia de que el sector privado ocupa un lugar fundamental con vistas a fortalecer las relaciones bilaterales entre ambas naciones. Nuestra reunión puso de manifiesto no solo el rol fundamental que la República de Costa Rica juega en la estrategia latinoamericana del Grupo Enel, sino también la convicción de que Enel puede realizar un aporte decisivo al crecimiento de la nación, a través de apoyar el continuo desarrollo de su sector energético.
Esta visita sienta también las bases para fortalecer los lazos de una creciente colaboración entre Enel y Costa Rica. Actualmente, el Grupo Enel opera en Costa Rica a través de su filial Enel Green Power, líder mundial en el sector de las energías renovables con más de 7.000 megawatts de capacidad instalada y 650 plantas en 16 países. A la fecha, Enel Green Power está presente en el país con dos centrales hidroeléctricas: la de Don Pedro, de 14 megawatts y Río Volcán, de 17 megawatts ; así como con un parque eólico de 24 megawatts , Movasa. Enel Green Power está involucrada también en la construcción del proyecto hidroeléctrico Chucas, de 50 megawatts , siempre a través de una estrecha alianza con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Quiero resaltar que estos proyectos han generado sinergias que han beneficiado a ambas partes, y son indicativos de un mutuo interés sobre los grandes temas de medio ambiente, sostenibilidad y lucha contra el cambio climático.
Desde el 2004 Enel ha sido pionero en el desarrollo de proyectos diseñados específicamente para beneficiar a naciones emergentes, previendo instrumentos de mercado que faciliten la transferencia de tecnologías sostenibles de las economías maduras y, al mismo tiempo, reduciendo las emisiones globales de carbono.
Las experiencias más exitosas se han logrado bajo los “Mecanismos de Desarrollo Limpio” (MDL) establecidos por el Protocolo de Kioto y actualmente implementados bajo el Esquema de Transferencia de Emisiones de la Unión Europea (ETS). Enel es el mayor operador de MDL del mundo en el mercado primario, con un portafolios compuesto actualmente por 105 proyectos, que en su conjunto equivalen a cerca de 70 millones de toneladas de CO2, o aproximadamente al 12% de las reducciones de emisiones certificadas desde el inicio de su operación.
Cambio de paradigma. Hoy, no obstante, nos encontramos ante una encrucijada, enfrentando las limitaciones temporales y estructurales del MDL. Primeramente, debido a restricciones europeas, que requieren que estos proyectos sean implementados únicamente en “Naciones Menos Desarrolladas” (LDC, por sus siglas en inglés); pero también porque aún debe ser definidos los lineamientos estratégicos para una adecuada extensión del Protocolo de Kioto post-2012.
En este sentido, Costa Rica y Enel se encuentran en la misma plataforma, mirando hacia el futuro, mientras somos testigos de un cambio en el paradigma hacia las naciones emergentes bajo el “Nuevo Mecanismo de Mercado” (NMM), que actualmente está siendo analizado por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, con la previsión de una posible decisión en el marco de la decimoctava Conferencia de las Partes, en Doha, a finales de noviembre de este año.
Tenemos la certeza de que las características naturales de Costa Rica, así como su especial preocupación por el desarrollo sostenible, la protección de la biodiversidad e interés sin precedentes por los problemas ambientales complejos que se sitúan al centro de los debates sobre las políticas llevados a cabo a lo largo del mundo hacen de este país un aliado ideal para el desarrollo de proyectos piloto que permitan apoyar estas negociaciones.
El “Nuevo Mecanismo de Mercado” debe existir en el núcleo de los acuerdos transnacionales para ayudar tanto a las naciones desarrolladas como a aquellas en vías de desarrollo a cumplir sus objetivos a costos viables.
Asimismo, el nuevo mecanismo debe basarse primero en reglas top down y en una implementación bottom up, para fomentar la creación de un futuro mercado global de carbono. Finalmente, todas las entidades involucradas, ya sean de naturaleza pública o privada, deben verse beneficiadas de un sistema de incentivos claramente definido, que funcione bajo condiciones de riesgo tolerable. A la luz de esto, quisiera extender la invitación a la República de Costa Rica para convertirse en un aliado del Grupo Enel en el estudio, diseño e implementación de proyectos innovadores destinados a poner los “Nuevos Mecanismos de Mercado” a la vanguardia de lo que será próximo marco de la política internacional de carbono.