Un grupo de economistas elaboramos un documento sobre las causas y soluciones a la inflación en Costa Rica. Es el segundo de una serie sobre la economía nacional. El primero fue sobre el régimen cambiario; el próximo, sobre tasas de interés.
Partimos de una preocupación común por el incremento en los índices de precios, en especial el IPC, que había descendido a 2,6% en noviembre del 2009 pero, luego, comenzó a subir para ubicarse en un 6,5% en febrero pasado. Nos formulamos varias preguntas esenciales: ¿Por qué la inflación ha comenzado de nuevo a subir? ¿Están controladas sus causas? ¿Podremos esperar con tranquilidad estabilidad de precios en el futuro?
Las autoridades aseguraron que no había ningún peligro de retroceder porque los precios aun se movían dentro de lo proyectado, que el alza de febrero respondía al aumento de bienes regulados y tarifas públicas y de ciertos bienes perecederos que pronto volverían su lugar, y que, en todo caso, habían incrementado la captación para absorber liquidez. ¿Está todo resuelto? No. Nosotros sentimos una gran preocupación. Creemos que las causas de la inflación aun no están bajo control y se deben realizar acciones más efectivas para abortar el reciente brote inflacionario y consolidar la estabilidad.
Para sustentar lo dicho analizamos varias causales. La primera es la discordancia entre la expansión de la liquidez y el crecimiento real del PIB en los últimos años. Cuando la liquidez y crédito subían al 30% anual, en 2008, la inflación llegó al 16% en noviembre de ese año. Cuando bajaron a niveles más razonables, cayó también la inflación. Pero el BCCR abandonó el esfuerzo de llevarla al nivel de los socios con quienes comerciamos (3%), y la volvió a aumentar. La segunda es el impacto de bienes regulados, que van muy disparados. En eso lleva razón el BCCR. Es un abuso que se debe corregir.
La tercera es el impacto de la emisión por la intervención en el mercado cambiario. Las reservas han aumentado, y la liquidez también. La respuesta del BCCR fue subir la captación de recursos (BEM y otros) para absorber liquidez, pero se incrementarán sus pérdidas de operación y la inflación futura. La solución, obviamente, es liberar el colón para rescatar la efectividad de la política monetaria y migrar al esquema de inflation targets . Pero el Banco no lo ve así. Prefiere seguir sosteniendo el tipo de cambio en la banda inferior y trasladar el costo a los demás con más inflación. Y eso nos parece injusto. Por eso, el problema está muy lejos de resolverse. Si les interesa conocer un poco más, escríbanos y, con gusto, se lo enviaremos a vuelta de correo.