Durante los años 50 y 60 era común observar al cantante puertorriqueño Daniel Santos por las calles de San José. Sus presentaciones en el país eran recurrentes, y en muchas de ellas se hizo acompañar por el requinto del Negro José Córdoba . Sin embargo, las juergas y las francachelas de Daniel Santos provocaron la resistencia de la esposa de Córdoba, doña Blanca Muñoz, hasta el punto de que el cantante debía caer de rodillas para que ella permitiese la salida del guitarrista.
Esa anécdota revela el aprecio que Córdoba suscitaba en los conocedores de la música popular.
En México, en un centro nocturno llamado Georgis, la primera voz del trío Los Panchos, Hernando Avilés, cantó con el trío Alma de América, donde José Córdoba tocaba el requinto. En esa ocasión actuaron otros tríos de la calidad de Los Jaibos, Los Tres Ases, Los Santos y el Trío Azul. El bolero que Avilés cantó con Alma de América fue Rayito de Luna .
José Córdoba se inició en la guitarra en la niñez, sin conducción académica, pero su instinto musical lo llevó a dominar el requinto con notable maestría. En la escuela primaria comenzó a realizar presentaciones en veladas artísticas y también participó con la guitarra en las procesiones de Curridabat, acompañando a su abuelo, quien tocaba el clarinete.
Tríos de juventud. Como muchos jóvenes de su época, Córdoba se acercó con su guitarra a las viejas radioemisoras de San José, donde se presentaban espectáculos en directo. En ellas conoció a otros muchachos de las mismas inquietudes. Ronald Alfaro, Rafa Pérez, el Zurdo Rivera, Rudy Torres, Miguel Ángel Rodríguez, Mario Romero y otros se reunían para formar grupos de voces y guitarras.
El 12 de enero de 1954, fecha de su matrimonio, fundó el luego famoso trío Alma de América, junto con Ronald Alfaro y Miguel Ángel Rodríguez. El nombre del grupo surgió de un concurso radial que organizó el recordado locutor Alfredo Monge del Valle; el premio era una serenata. Con el tiempo vinieron otros integrantes: Mario Romero, Lalo Rojas, Rolando y Freddy Zamora.
En 1957 llegó al país el reconocido compositor cubano Nelson Navarro. Tenía a su haber éxitos de impacto continental: Quémame los ojos , que interpretó Celio González con la Sonora Matancera, y Odio en la sangre , enorme bolero que popularizó Orlando Vallejo. Nelson Pinedo le grabó Fuiste mala , también con la Sonora Matancera
Navarro se instaló en el barrio Aranjuez y rápidamente contactó al trío Alma de América para realizar grabaciones que ya son de colección: Chinita, Nuestro cariño, El bastón de don Manuel, María Soledad, Río Manzanares, Pan, amor y fantasía, Hasta luego, Muñequita de papel y He vuelto, San José . Este encuentro musical dio inmensa popularidad a Alma de América.
José Córdoba cuenta que Nelson Navarro compuso el bolero Nuestro cariño sentado en una mesa de la Soda Musical, ubicada en aquel tiempo frente a los estudios de la vieja radio Columbia, en el centro de San José.
Nelson Navarro continuó su carrera artística en Suramérica. En Colombia se hizo muy popular el bolero de su autoría Azul y más que azul . Finalmente se instaló en el Ecuador, donde falleció el 22 de noviembre de 1983.
Con grandes voces foráneas. Además de Daniel Santos, el Negro Córdoba acompañó a Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas, Fernando Valadés, Héctor Luján y Cuco Sánchez. Algunas voces femeninas que estuvieron a su lado ya forman parte de la leyenda musical hispanoamericana: Virginia López, María Luisa Landín, Tere Velásquez y otras.
Con el trío Alma de América, José alternó con la Sonora Santanera, Alberto Vásquez, Elio Roca, Rolando Laserie y Armando Manzanero. En su dilatada carrera musical con el trío amenizó los cumpleaños de Anastasio Somoza (hijo) y del general Omar Torrijos, en aquel momento líder de Panamá.
José Córdoba ha viajado por Europa, América y el Japón con su requinto bajo el brazo, representando la música costarricense. En Francia, en 1972, con el trío Alma de América ganó el trofeo La Sandalia de Oro. En varias ocasiones, el Instituto Costarricense de Turismo nombró embajadores de la música nacional a los miembros del grupo.
Éxitos para siempre. Además de las canciones grabadas con Nelson Navarro, Alma de América alcanzó éxitos de gran repercusión nacional.
Luna y mar, del compositor Lorenzo Ureña, tuvo mucha aceptación en la voz de Mario Romero. Otro tema sobresaliente fue Mayra , inspiración de Ronald Alfaro, grabado con la voz de su autor; en los coros destaca Mario Romero.
Ya no aguanto más fue una guaracha jocosa, con atisbos de protesta social por el alto costo de la vida. Es obligatorio destacar el vals Morena de ojos negros , uno de los puntos más altos de la discografía del trío.
Hace pocos años, Alma de América volvió a grabar con tres de los guitarristas que le dieron vida en aquellos años: Mario Romero, Miguel Ángel Rodríguez y José Córdoba. Estamparon un disco compacto con lo mejor del cancionero latinoamericano, pero tuvieron el acierto de rescatar una melodía extraviada: Islas Canarias, en la voz de Mario Romero, quien falleció poco tiempo después.
José Córdoba formó el trío Los Originales con Romero y Jorge Sibaja, grupo que existió hasta la muerte de su voz prima. Córdoba se presenta esporádicamente en algunas actividades musicales. Junto con el desaparecido requinto Pablo Peñaranda forma la leyenda de los más diestros guitarristas que ha dado Costa Rica. Don José Córdoba vive en San Pedro de Montes de Oca.
El autor es investigador musical y director de un programa de música popular que se transmite por Radio Nacional los domingos a las 8 p. m.