Los diputados que quieran duplicarse el salario podrían hacerlo, luego de que anoche se aprobara un proyecto para subir de ¢2,5 millones mensuales a ¢4,3 millones el sueldo de los legisladores.
Cuando el reloj marcaba las 10:11 p. m., 35 diputados se pusieron de pie en el plenario legislativo para expresar su apoyo al plan y 20 se quedaron sentados.
Previo a esta votación, los congresistas acogieron una propuesta de última hora que permitirá a cada uno decidir si acepta o rechaza el aumento.
Si los 57 diputados se acogen al ajuste, éste tendría un costo cercano a los ¢1.500 millones al año.
Anoche, los defensores del proyecto se comprometieron a recortar gastos del Congreso por esa suma para financiar el aumento.
La iniciativa contó con el apoyo de 21 diputados del Partido Liberación Nacional (PLN), nueve del Movimiento Libertario, tres del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y dos de los partidos evangélicos.
Lo rechazaron 11 legisladores del Partido Acción Ciudadana (PAC), cuatro del Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE) y el diputado del Frente Amplio, José María Villalta.
También se opusieron los oficialistas Guillermo Zúñiga y Víctor Hugo Víquez, así como los socialcristianos Luis Fishman y Roberto Rodríguez.
En el trámite de mociones solo intervinieron Villalta, Zúñiga y Fishman. El jefe de fracción del PAC, Juan Carlos Mendoza, explicó que no participarían en el debate puesto que objetaban el trámite rápido acordado.
Eso sí, la mayoría de integrantes del PAC habló al cierre de la discusión para censurar el procedimiento y el aumento, así como para hacer una última instancia a rechazar el proyecto de ley.
Cuando la diputada Carmen Muñoz, del PAC, hacía a las 10:06 p. m. su último llamado de oposición y refrendaba el compromiso de su fracción de rechazar el ajuste, el PLN entregaba a la prensa el detalle de los gastos que pretenden recortar en el presupuesto de la Asamblea para financiar el ajuste.
Según Viviana Martín, jefa del oficialismo, el compromiso consiste en rebajar rubros como combustibles y lubricantes, viáticos y transporte en el exterior, telecomunicaciones, licencias de
Martín detalló que, para lo que resta del período 2010, el costo del aumento será de ¢860 millones y cerca de ¢1.500 millones durante los años siguientes.
“Ya ha quedado claro que esos gastos, a pesar de ser en muchos casos abusivos y desproporcionados, no alcanzan para cubrir el aumento. Eso significa que van a tener que presupuestar recursos nuevos del Estado y dejar de invertirlos, por ejemplo, en obras de bien social”, manifestó anoche Yolanda Acuña, diputada del PAC.
El ajuste en los gastos para financiar el aumento en el salario de los diputados se hará a través de recortes al plan de gastos del Congreso, mediante modificaciones a un presupuesto extraordinario que se tramita actualmente.
Para hoy, tanto los diputados que apoyaron el plan como quienes lo adversaron, pedirán a los magistrados de la Sala IV que aclaren si el proyecto presenta roces con la Constitución Política o no.