La imposibilidad de saber más del virus se debe a que cuenta con un sistema de autodestrucción, que le permite desaparecer de los equipos infectados cada vez que intentan investigarlo. Investigadores de seguridad han descubierto varios casos en los que el virus ha desaparecido sin dejar rastro.
Recientemente los investigadores de la empresa de ciber seguridad Symantec, han descubierto nuevas piezas de código para Flame que estarían destinadas a borrar el virus de los equipos. Los investigadores han definido este código como un desinstalador, que termina con todo rastro del virus en el equipo infectado.
El malware ha encendido alarmas en varios sistemas de seguridad desde que fue identificado por Kaspersky. Hasta el momento no se sabe solamente que es capaz de infiltrarse en los equipos, accediendo a su información y llegando, incluso, a registrar conversaciones.
La complejidad de este virus ha hecho sospechar a muchos expertos. Varios de ellos creen que Flame no fue creado por un grupo de hackers sino por un organismo perteneciente a un estado, equipado tanto con ingenieros como especialistas en criptografía de primera clase mundial.