De la hipérbole a la sensatez

Este no es un país en donde se violen los derechos humanos

EscucharEscuchar

En la política nacional, resulta cada vez más frecuente recurrir a la hipérbole y a la exageración para calificar situaciones o discusiones de carácter nacional. Esto es peligroso. El abuso del significado de las palabras y de los términos puede conducirnos a caminos que no quisiéramos transitar. Por un lado, podría llevarnos a hacernos creer que la realidad es otra a la que realmente es, como consecuencia de la aplicación práctica de aquel principio “miente, miente, que algo queda y que cuanto más grande sea la mentira, más gente la creerá”, atribuido a Goebbels, pero que tiene su origen en una cita sacada de contexto de Voltaire. Por otro lado, igualmente pernicioso sería que, debido a esa exageración previa e insistente, llegue un momento en el que la gente no crea lo que sucede a pesar de que en realidad sí estemos ante una situación de alerta. Ilustro con varios ejemplos.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.