El XV informe del Estado de la nación reveló, en diciembre pasado, que uno de cada tres trabajadores recibió menos del salario mínimo. Esa cifra coincide con el reciente estudio del Ministerio de Trabajo, según el cual hay aproximadamente 308.661 personas que reciben menos del salario mínimo, lo cual representa un 28,9% del sector asalariado del país.
A lo anterior hay que agregar dos datos relevantes: primero, el crecimiento de la tasa de desempleo provocado por la crisis internacional. La tasa pasó de un 4,9% en el 2008 a un 7,8% en el 2009 . Segundo, una publicación de la semana pasada en el semanario El Financiero, donde se informa que en el mes de junio hubo un nuevo descenso en el número de trabajadores asegurados por el sector privado, con lo que se cumplen tres meses consecutivos de caída del empleo privado después de la recuperación ocurrida a partir de enero de este año.
Para decirlo en palabras sencillas, por un lado hay un tercio de trabajadores ocupados que ganan menos del salario mínimo y, además, durante el primer semestre de este año, cuando supuestamente nuestra economía se comenzaba a recuperar de la crisis internacional, se han perdido 3.165 plazas en el sector privado, mayor empleador del país. Si no se hace algo, será difícil que el Gobierno cumpla la promesa de disminuir la tasa de desempleo al 5% para el 2012.
El salario mínimo es una garantía constitucional y legal que tenemos todos los trabajadores de devengar un ingreso mínimo, de fijación periódica, para cubrir dignamente las necesidades personales y familiares básicas en el orden material, moral y cultural, atendiendo a las modalidades de cada trabajo, a las particulares condiciones de cada región y de cada actividad intelectual, industrial, comercial, ganadera o agrícola.
Es preocupante saber que, en Costa Rica, la tercera parte de los trabajadores no reciben el salario mínimo. ¿Cómo atacar este fenómeno? No es tan sencillo como recetar visitas de la Dirección Nacional de Inspección del Ministerio de Trabajo y prevenciones a quien incumpla. Cuidado y más bien dichas visitas generan un temor infundado y con ello, un aumento en el desempleo formal o crecimiento del empleo informal. ¿Por qué? Por los tipos de sectores que están incumpliendo el pago del salario mínimo.
Investigación. Con el fin de conocer más sobre el cumplimiento del salario mínimo en nuestro país, como parte de un proyecto regional denominado “El impacto de salario mínimo en los mercados laborales de Centroamérica: un análisis comparativo de Costa Rica, El Salvador y Nicaragua”, profesores del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica presentaron un informe, según el cual las personas que se encuentran en mayor riesgo de recibir un ingreso menor al mínimo en su categoría salarial son aquellas que laboran por cuenta propia, en pequeña/micro- empresa y en servicio doméstico.
Además, los trabajadores más propensos a que se les incumpla el salario mínimo son trabajadores no calificados y del sector agricultura, cuya escolaridad no rebasa la educación primaria.
Es necesario que el Gobierno se organice y así como pondrá a la Inspección de Trabajo a exigir el cumplimiento de los derechos laborales, ojalá promueva ciertas condiciones para los sectores que incumplen, con el fin de que la solución no sea el despido de sus trabajadores sino, más bien, una razón para ponerse en regla (ej: incentivos fiscales, facilidades de préstamos e inversión para la pequeña y micro- empresa y programas de capacitación con el INA, que permitan la continuidad de los negocios). Faltaron estos incentivos mientras estuvimos en tiempos de crisis, pero aún no es tarde.
Como parte de una iniciativa del Gobierno central y con el apoyo de la Fundación para la Paz y la Democracia (Fundapem), se inauguró una campaña denominada “Campaña Nacional del Salario Mínimo” para dar a conocer a los empleadores y trabajadores la importancia del ingreso mínimo. Esta es una muy buena medida inicial, que debe acompañarse de otras iniciativas fuera del campo laboral.
Una reflexión final: no podemos permitir que existan patronos que se lucren a costa de trabajadores con salarios menores que los mínimos de ley, y es importante que el Ministerio exija el cumplimiento de la legislación laboral, pero si no se tratan las causas del incumplimiento, podemos provocar efectos indeseados.