Redmond, Washington (New York Times) La industria está al inicio de su octava generación de consolas: el Xbox One, el PlayStation 4 de Sony y el Wii U de Nintendo.
Las máquinas de Microsoft y Sony, presentadas durante el E3 , están planeadas para salir a la venta este año; el aparato de Nintendo llegó en noviembre del 2012 .
Las generaciones típicamente duran media década y son precedidas por la promesa de que los nuevos y más poderosos aparatos mejoraran al medio creativo importante más joven del mundo, harán ganar mucho dinero a sus fabricantes y en cierta forma reconfigurarán las salas de estar en todo el mundo.
Pero en una era en que los iPhones son reemplazados cada año, la tecnología de consolas de la era de 2005 parece casi paleolítica, sobre todo porque los juegos para tabletas y smartphones están ganando terreno en el mercado de videojuegos , no solo porque están en todo lugar, sino porque son más baratos.
Los proponentes de las consolas dicen que la batalla no está perdida.
Argumentan que la mayoría de los juegos móviles, aunque cada vez más atractivos, carecen de las cualidades clave de un juego de consola.
“Son muy pequeños, con una historia muy somera, emociones muy ligeras y sin las cosas diferentes que una adecuada experiencia de sentarse en el sofá con una pantalla de 50 pulgadas y sonido envolvente puede ofrecer”, dijo Scott Rohde, quien encabeza a los altamente reconocidos estudios de desarrollo de juegos estadounidenses en casa para el PlayStation de Sony.
Full extras. Pero las consolas de videojuegos de hoy van incluso más allá.
Las consolas más antiguas simplemente jugaban juegos, pero las más nuevas están diseñadas para reproducir programas de televisión y películas.
El mayor potencial y destello técnico de las nuevas consolas pueden hacer parecer a los personajes de videojuegos más realistas e incrementar el involucramiento emocional del jugador.
“Lo que es tan emocionante en este momento en particular de la historia de los juegos es que es más tormentoso que nunca”, dijo Rohde. “nadie en el planeta sabe a dónde se dirige”.