Nueva York. EFE. Wall Street vivió ayer un susto enorme, muy breve y que no afectó al resultado final de la sesión, pero que volvió a evidenciar cómo los inversionistas y operadores reaccionan de forma inmediata a cualquier asomo de noticia grave.
La difusión del falso tuit de la agencia Associated Press, que decía que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estaba herido tras unas explosiones en la Casa Blanca, hundió los índices en dos minutos, aunque se recuperaron con la misma rapidez tras confirmarse que la cuenta de esa empresa había sido pirateada. Aparte de este sobresalto, los mercados tuvieron ayer una travesía plácida.
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