Su principal referencia, el Dow Jones de Industriales, sufrió ese descenso acumulado en las últimas cinco jornadas, tras un viernes marcado por la indecisión que, finalmente, cerró con un ínfimo ascenso del 0,03%.
También cerraron prácticamente planos los otros dos principales indicadores de Wall Street: el selectivo S & P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, los cuales acumularon igualmente pérdidas semanales: del 1,48% y el 0,59%, respectivamente.
Ya desde el primer minuto de la sesión de ayer, esos tres índices mostraron una falta de rumbo que se impuso durante una buena parte de la jornada, divididos entre los alentadores datos macroeconómicos difundidos en Estados Unidos, y las cuentas, peores de lo previsto, las cuales se hallan dominando esta temporada de resultados empresariales.
Antes de la apertura, el Gobierno estadounidense desveló que el producto interior bruto (PIB) de este país creció el 2% en el tercer trimestre del año, por encima del 1,3% del trimestre precedente y también mejor que el 1,7% que habían pronosticado los analistas.
El impulso de la mayor economía del mundo gracias al aumento del gasto de los consumidores se suma a otros recientes indicadores macroeconómicos mejores de lo previsto que han dibujado una expansión más robusta.