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¿Se acuerda de los comunicólogos? Hacían furor en una época no tan lejana. Si le pedías al mesero un fresco de cas, uno se convertía en emisor, el mesero era receptor y el pedido, mensaje; y aclaro que el mensaje respondía siempre a un código. El caso citado es harto simple. Hasta puedo ver aquí al mesero que llega con mi fresco y la espuma desbordante.








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