El Consejo Nacional de Producción (CNP) bajará su planilla en ¢150 millones mensuales, al pasar de 750 a 620 empleados, a partir de este noviembre, dijo ayer su presidente ejecutivo William Barrantes.
El plan, que se concretará este 31 de octubre, forma parte del programa de modernización de la entidad y la mayoría de las salidas del personal se dará voluntariamente.
Solo entre 20 y 25 salidas serán forzadas, aseguró el presidente ejecutivo. Dijo que la prioridad es lograr el equilibrio financiero.
Manuel Porras, secretario general del Sindicato de Empleados del Consejo Nacional de Producción y Afines (Sinconapro) denunció que los despidos se hacen a la carrera porque el 30 de octubre hay una audiencia en el Tribunal Contencioso-Administrativo, el cual puede aprobar una medida cautelar y suspender todo el proceso.
Barrantes reconoció que en este momento el CNP tiene un déficit estructural mensual de ¢130 millones. Este se une a un déficit histórico acumulado de ¢5.800 millones.
En ese déficit histórico pesa especialmente una deuda por impuestos con el Ministerio de Hacienda, cuyo monto Barrantes prefirió no especificar. Dijo que mantienen una discusión con la Dirección General de Tributación acerca de la suma pendiente.
Incluye también una deuda de ¢1.300 millones con el fondo de retiro de los empleados del CNP. La entidad retuvo las sumas de los salarios, pero no las entregó al fondo.
Con la reducción de empleados, explicó Barrantes, se lograría el equilibrio financiero. A partir de ahí se espera generar ganancias para afrontar el déficit histórico.
Actualmente, el CNP maneja el Programa de Abastecimiento Institucional (PAI) que vende alimentos a ministerios como Justicia (centros penales), Seguridad (comisarías) y a la Caja (hospitales).
Además, realiza tareas de información e inteligencia de mercados y tiene la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) como dependencia.
La entidad se financia especialmente con transferencias de las ganancias de la Fanal y los ingresos que genere al PAI. No tiene transferencias fijas en el Presupuesto Nacional, pero generalmente las solicita para sanar parte del déficit.
Barrantes explicó que se relanzó el PAI, pues en el 2011 vendió ¢17.000 millones, y las entidades compran al año ¢77.000 millones.