Algunos diplomáticos de la Embajada de China en San José no compartían el optimismo del Gobierno de Costa Rica sobre los beneficios económicos, comerciales o culturales que traería al país asiático el reconocimiento tico.
Según los cables divulgados por WikiLeaks, los chinos aseguraban que su objetivo en Costa Rica era político y así se lo dijeron a sus colegas estadounidenses.
“Oficiales de la embajada china con quienes hablamos recientemente (que arribaron todos a Costa Rica después del establecimiento de relaciones, hace dos años y medio) destacaron algunas diferencias con respecto a la imagen optimista de las relaciones bilaterales pintadas en la prensa”, señaló el entonces encargado de negocios, Peter Brennan, el 9 de diciembre del 2009.
“Ellos describieron el turismo chino como casi inexistente, a pesar de que la República Popular China nombró a Costa Rica como destino turístico ‘preferido’ en las Américas, y creen que el comercio ha alcanzado su nivel más alto, de ambas cosas ellos culparon a la política de visas del Gobierno de Costa Rica. Ellos también creen que los aproximadamente 10.000 chinos viviendo en Costa Rica son criticados injustamente con frecuencia en la prensa costarricense (un reclamo que hemos escuchado antes)”, escribió Brennan.
“El oficial comercial/económico de la República Popular China en San José recientemente nos dijo que pensaba que el comercio posiblemente se estancó en los últimos años y, de hecho, proyectó una baja en los números del 2009”, señaló Brennan en el mismo telegrama.
Incluso, en el ámbito privado funcionarios del gobierno de Arias aceptaron que China solo utilizaba a Costa Rica para fines políticos.
Según uno de los cables, Antonio Alarcón, entonces jefe de gabinete del canciller, Bruno Stagno, le dijo a un diplomático estadounidense en setiembre del 2007 que “la administración Arias acepta el hecho de que la República Popular China puede tener ya tanto como quiere comercialmente de Costa Rica y que realmente está usando sus lazos con San José como una plataforma para expandir sus relaciones en América Central”.
”Separadamente, diplomáticos de la República Popular China cándidamente nos dijeron el 26 de setiembre que la significancia política de los nuevos lazos con Costa Rica sobrepasa cualquier beneficio económico”, escribió Brennan.
Eso contrasta con el anuncio rimbombante de ambos Gobiernos de un crecimiento comercial de hasta 10% anual –según dijo el exjerarca del Comex, Marco Vinicio Ruiz– que generará la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC), aprobado por el Congreso anoche en primer debate.
Ruiz, actual embajador de Costa Rica en Pekín, aceptó el miércoles que China podría tener ya todo lo que desea comercialmente de Costa Rica. “El mercado costarricense es ínfimo. No es importante para China, pero (el comercio con ese país) es una gran oportunidad para Costa Rica”.
La Embajada estaba convencida de que la relación entre China y Costa Rica no era equitativa.
“Funcionarios involucrados en el trajín diario de formar relaciones, tales como el ministro Ruiz y los interlocutores chinos en Pekín (Ref. E) están muy al tanto de que esta nueva relación es cualquier cosa menos de igualdad”, escribió el entonces embajador, Peter Cianchette, el 12 de diciembre del 2009.
Al respecto, Ruiz dijo: “Por supuesto que no somos países iguales. China es un país muy grande”.