Suelo decir que cada persona elige compararse con quien quiera. Sería mejor no compararse –como repetía mi maestra de quinto grado, quien afirmaba que las comparaciones son odiosas–, pero sucede y parece inevitable hacerlo.
Suelo decir que cada persona elige compararse con quien quiera. Sería mejor no compararse –como repetía mi maestra de quinto grado, quien afirmaba que las comparaciones son odiosas–, pero sucede y parece inevitable hacerlo.
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