El faltante de maestros obligó a la Escuela Neuropsiquiátrica Infantil a rechazar 45 menores entre tres y seis años de edad.
Dicho centro educativo, ubicada en Tibás, es el único especializado en la atención de niños autistas en San José y atiende a unos 218 alumnos desde preescolar hasta cuarto ciclo.
Desde el 2010, la escuela envió al Ministerio de Educación una solicitud de apertura de más plazas, explicó la directora del centro, Patricia Villegas.
Sin embargo, el Ministerio respondió que no se estaban aprobando códigos nuevos para el 2011, dirigidos a educación especial. Solo los incluyeron en una lista de espera.
“En este momento tengo alumnos evaluados en el 2009 que todavía no han logrado ingresar y todos los valorados en el 2010 tampoco han entrado”, manifestó Villegas.
En promedio, un maestro puede atender a seis estudiantes, por lo que esta escuela requiere al menos siete educadores más para brindar la atención a los niños que solicitan el ingreso.
“Tenemos mucha oferta de profesores para niños con trastornos emocionales, pero si no hay código dispuesto por el MEP para que les pague, le tocaría pagar a la institución”, declaró la directora.
Ante este clamor, Silvia Víquez, viceministra de Educación, dijo se evaluará la situación de la escuela pero hasta que empiecen las clases, el 10 de febrero.
“Hay que analizar los casos y buscar la mejor manera de atender estos niños”, dijo Víquez.
La Viceministra aseguró que desconocía la problemática, a pesar de la carta de petición enviada por la directora.
Como posible solución, la funcionaria planteó la reubicación de los solicitantes en otras instituciones donde se garantice la satisfacción de sus necesidades.
Sin embargo, indicó que tendrá que coordinar la medida en conjunto con otras dependencias.
“A veces se nos pide otro código, hacemos análisis y en otros lugares donde hay espacios se puede acomodar a los niños”, agregó.
En la Escuela Neuropsiquiátrica laboran 52 maestros, de los cuales 39 atienden problemas emocionales y el resto (13) enseñan las materias especiales, como Música, Artes Plásticas y Educación Física.
Actualmente, estos educadores trabajan con horarios alternos durante la mañana y la tarde para atender a todos los grupos.
Otro de los problemas que planteó Villegas se refiere a la poca cantidad de jóvenes autistas que se gradúan cada año. Por esta razón, los cupos disponibles para la siguiente matrícula son escasos.
“No se puede sacar a los estudiantes grandes, ya que por ley deben estar en la escuela hasta los 21 años y 11 meses, y eso nos dificulta los espacios”, expresó Villegas.