New York.El teléfono celular ha sido más que teléfono desde hace años, pero pronto podría asumir un papel totalmente nuevo al sustituir a todas las tarjetas de crédito y débito dentro de las carteras.
En lugar de pasar la tarjeta de plástico en la caja, los consumidores podrían usar el celular.
Solo hay una complicación: aunque la tecnología ya se está instalando en millones de aparatos –y se usa fuera de Estados Unidos–, la adopción generalizada de las denominadas “carteras celulares” se está retrasando debido a una gran batalla tras bambalinas entre gigantes corporativos.
Operadores de teléfonos, bancos, emisores de tarjetas de crédito, redes de pago y empresas de tecnología están en pugna por el control de esta tecnología, especialmente en el papel que cada uno va a jugar.
Los intereses son enormes porque las tarifas reducidas y ocultas que se generan cada vez que un consumidor usa una tarjeta suman decenas de miles de millones de dólares al año en EE. UU. “Todo se reduce a quién se le paga y quién gana dinero”, dijo Drew Siever, director ejecutivo de mFoundry.
Pugna. En un lado, están los jugadores establecidos de tiempo atrás. Las redes de pagos, como Visa y MasterCard, junto con los bancos que realmente emiten tarjetas de crédito para sus clientes, quieren seguir en el centro de cualquier sistema de pagos y continuar cobrando sus tarifas a los comerciantes.
Enfrentan la competencia de compañías a las que ven como intrusas. Estas incluyen a PayPal y Google, que quieren participar en una parte del nuevo sistema de pagos, así como Apple y operadores de telefonía celular, que quieren cobrar tarifas por el control de los aparatos. En medio – y quizá con un papel decisivo – están los minoristas. Ellos tienen que instalar terminales que acepten los pagos celulares.
Los defensores del consumidor, entre tanto, dijeron que les preocupa que un sistema celular conllevaría tarifas más altas, y cuestionaron si los consumidores quieren un sistema nuevo. “¿Es posible hacer un sistema que sea demasiado fácil de usar, con el que se reduzcan tantas fricciones del proceso de la transacción que la gente no necesariamente se dé cuenta de que está gastando en algo?”, preguntó Jan Chipchase, un director ejecutivo de creatividad en la firma de diseño Frog Design , quien estudia los pagos celulares. Las compañías de tarjetas de crédito y de tecnología han hablado de las carteras celulares por bastante más de una década. Sin embargo, por fin, ahora las piezas empiezan a quedar en su lugar.
“Ahora que tenemos este compromiso por parte de los fabricantes de auriculares y de las telcos, creo que las cosas se ven muchísimo más prometedoras que nunca”, señaló Gwenn Bezard, directora de investigación de Aite Group , una compañía de investigación y asesoría, centrada en el sector de servicios financieros. La pregunta es: ¿se pondrán de acuerdo en algo las redes de tarjetas y los bancos?
Crédito.Visa y MasterCard dominan ahora los principales canales que transmiten los pagos con tarjetas de crédito y de débito entre bancos y minoristas. Estos deben pagarles a los bancos emisores de tarjetas un porcentaje por cada transacción, y las redes de pagos, como Visa, se llevan una tajada reducida. Así que por cada dólar gastado por un consumidor, el minorista se queda con cerca de 97 centavos, el banco emisor de tarjetas se lleva casi dos centavos y el resto va al banco del comerciante que maneja la transacción y la red de pagos.
Con los pagos celulares, aún no está claro cómo se les pagará a todos los jugadores o si alguno de los costos llegará hasta los consumidores, quizá mediante nuevas comisiones. Los operadores de telefonía celular podrían demandar que los emisores de tarjetas les paguen algo parecido a una renta, o llegar a algún otro acuerdo, para almacenar importantes credenciales de pago en una parte segura del chip dentro del teléfono. Existen varias tecnologías que permiten que los aparatos se comuniquen en forma inalámbrica con otras tecnologías, aunque la principal en los pagos es la comunicación inalámbrica de corto alcance y frecuencia alta o NFC, por sus siglas en inglés.
“Creo que al observar la evolución de la industria determinaremos a dónde necesitamos ir”, comentó Peter Ho, gerente de productos de servicios de tarjetas y préstamos al consumidor de Wells Fargo.
La frustración de los operadores de telefonía celular hacia los bancos, dijeron algunos analistas, fue el ímpetu detrás de la empresa de coinversión de Verizon, AT & amp;T, T-Mobile y Discover para crear su propia billetera celular. Se espera que la empresa, conocida como Isis, introduzca su sistema el año entrante.
Barclaycard, ya un importante jugador en Gran Bretaña, será el primer emisor de la tarjeta de crédito integrada al teléfono del grupo y lo ve como una oportunidad para expandirse en Estados Unidos.
Al referirse a los 200 millones de clientes de los operadores, Amer Sajed, director ejecutivo de Barclaycard Estados Unidos, dijo: “Para nosotros es fenomenal poder apalancar a una base de clientes tan grande, justo cuando el cliente está obteniendo o actualizando su aparato celular”.
Entre tanto, los bancos y emisores de tarjetas de crédito encontraron una forma para, temporalmente, evitar trabajar con los operadores de telefonía celular.
El Bank of America, Wells Fargo, U. S. Bancorp y JPMorgan Chase, que trabajan con Visa, se encuentran en diversas etapas de pruebas de las carteras, que les proporcionarían acceso a algunas de sus propias tarjetas de crédito o débito.
Dado que su modelo funciona con un chip que los consumidores insertan en la ranura de ciertos teléfonos, no se requiere de la cooperación de los operadores de telefonía celular.
Visa dijo que algunos de sus socios bancarios podrían introducir pagos celulares en la segunda mitad de este año. Sin embargo, esa variación podría resultar pasada de moda a medida que están disponibles más teléfonos con chips integrados.
Apple y Google ya cuentan con sistemas de pago: iTunes de Apple tiene 200 millones de cuentas vinculadas a tarjetas de crédito, mientras que Google Checkout ha sido menos popular. Ambas podrían convertirse en billeteras celulares, lo que permitiría a los usuarios pagar compras fuera de Internet con sus cuentas de Apple o Google. Sin embargo, necesitarían tener acceso a los chips de telefonía celular y a las terminales de los comerciantes. Apple podría hacer sus propios chips para teléfonos celulares para que eso pueda ocurrir, pero Google no podría hacerlo porque solo tiene programas informáticos para telefonía celular Android.
Minorías.Hacer que participen los minoristas es importante para generalizar la adopción de los pagos celulares porque muchos de ellos tendrán que remplazar sus terminales para tarjetas. Mientras que un analista estimó, conservadoramente, que solo 5,9% de los comerciantes aceptará los pagos celulares para 2015, Bezard de Aite Group dijo que muchos de los grandes minoristas –incluidos McDonald's, Home Depot y CVS – ya tienen las terminales y, por tanto, podrían participar en el momento en que se resuelva la red de pagos. Y, dijo, 80% de las transacciones de los consumidores se lleva a cabo con los 200 comerciantes principales. Los pagos celulares han despegado con mayor rapidez en otros países, usando una diversidad de tecnologías.
En África, donde muchas personas no tienen tarjeta de crédito, los teléfonos celulares han remplazado con frecuencia al dinero en efectivo.
Y en Japón, la gente ha estado presentando teléfonos celulares en las tiendas de conveniencia y centrales de autobuses durante varios años.