Defendiendo los valores
Debo dejar claro que no voté por la señora presidenta, Laura Chinchilla, pero sí doy fe de las enseñanzas de mis padres que fueron muy claras: “usted debe respetar a quien el pueblo elija como presidente durante un período de cuatro años”. Es por ello que le agradezco a mis padres todo lo que me enseñaron. La mayoría de los corruptos no están en la administración pública, están fuera de ella, y son los mismos que critican para disimular sus actuaciones. No juzguemos a los demás, juzguémonos a nosotros mismos, a ver si como roncamos, dormimos. El machismo es una pandemia en este país. La libertad de expresión no es pasaporte para decir barrabasadas, porque todo tiene sus límites constitucionales. Por ejemplo, en el artículo 29 de nuestra constitución dice: “Todos pueden comunicar sus pensamientos de palabra o por escrito, y publicarlos sin previa censura, pero serán responsables de los abusos que cometan en el ejercicio de este derecho, en los casos y del modo que la ley establezca”. La ley mordaza no cuestiona lo que se diga, sino cómo se obtiene la información.
Óscar Castro. Céd. 9-009-370
Más respeto
Doña Laura Chinchilla “fue electa mayoritariamente” como presidenta de la República y “todo bien nacido” respeta las autoridades de su país. Esto parecen no entenderlo algunos equinos con computadora. Su obra y sus logros son temas diferentes y esperar que resuelva en 24 meses (que es el tiempo efectivo de nuestras administraciones), lo que hicieron los desgobiernos de las últimas cuatro décadas, con sus fatídicos políticos de alquiler, es muy infantil.
Jorge Camacho. Céd. 1-206-621