No alcanzaban las sillas. Ya faltaba poco para que empezara uno de los actos políticos más políticos que se han realizado allí, y que vendría a levantar roncha entre los diputados del PLN.
De pronto, el Salón de Expresidentes de la República en el Congreso se hizo pequeño.
“Ya llegó don Johnny”, decía el presidente del Concejo Municipal de Cartago, Adrián Leandro, mientras daba órdenes a los ujieres para que llevaran más sillas. Alcaldes, regidores, aspirantes a diputados y funcionarios municipales de Cartago y San José se tropezaban unos con otros acomodando gente.
Todos trabajaban con el mismo afán: lograr que Araya le gane la candidatura presidencial a Rodrigo Arias y Fernando Berrocal, de cara a las elecciones del 2014.
Pasadas las 3:45 p. m., el alcalde josefino Johnny Araya Monge aparecía acompañado por el diputado cartaginés, Luis Gerardo Villanueva, y otros cuatro de sus compañeros de bancada.
Los invitados no sabían si aplaudir o ponerse de pie. Era un acto político, y estaban en el centro neurálgico de la política. Araya se sentó sonriente.
Desde sus retratos, la mirada congelada de los jefes de Estado desde tiempos de Juanito Mora estaba sobre ellos.
Dentro del plenario, diputados del PLN cercanos a Arias comentaban en voz baja lo que sucedía.
Los arayistas habían tomado el Salón de Expresidentes para que cinco diputados –Villanueva, Ileana Brenes, Xinia Espinoza, Edgardo Araya y Annie Saborío– reafirmaran su apoyo al alcalde. Igual número, pero de alcaldes, también habían llegado a dar su adhesión.
Un raramente tímido diputado, Víctor Hugo Víquez, se acercó a la puerta del salón. Luego se quejó de la presencia de funcionarios públicos en un acto proselitista en horas laborales.
Víquez, un confeso seguidor de Rodrigo Arias, cuestionaba la legalidad del acto. Su compañera Elibeth Venegas, también arista, hablaba confiada en que aún son mayoría los diputados que apoyan a Arias.
Tiene razón: 17 de los 24 congresistas del PLN siguen apoyando a Arias, pero la tarde era de los arayistas, lo cual levantó roncha entre los verdiblancos.
Villanueva trataba de aplacar los cuestionamientos sobre una eventual división en el PLN, pero la paz estaba rota, la campaña se había abierto y en este fuego político ardían ayer los celos propios de la campaña electoral.
Mientras, diputados de otras bancadas de oposición como el PAC, el Movimiento Libertario y el Partido Unidad Social Cristiana cuestionaban el acto proselitista, pero la principal queja estaba en el mismo PLN.