Brasilia. AP. Brasil eliminó el jueves un gravamen de 1% que pesaba sobre derivados de tipo cambio, en un nuevo intento por contener la valorización del dólar frente a la moneda local, el real.
La eliminación del impuesto sobre operaciones financieras que pesaba sobre los derivados cambiarios desde el 2011, entró en vigor un día después de que el dólar alcanzó una cotización de 2,15 reales por unidad, el nivel más alto en los últimos cuatro años.
Se trata de la segunda medida adoptada en los últimos 10 días por el Gobierno brasileño para frenar la depreciación del real frente al dólar, luego de que había suprimido un impuesto sobre operaciones financieras de 6% sobre inversiones extranjeras en títulos locales.
“Con eso (la supresión de impuestos) habrá una oferta mayor de dólares en el mercado, con una consecuente reducción de la devaluación del real”, explicó el ministro de Hacienda, Guido Mantega.
Ayer, por la tarde, el dólar perdía 0,52% de su valor para cotizarse a 2,14 reales por unidad.
El cambio en Brasil es flotante.
La apreciación del dólar frente al real provocó consternación entre sectores de la economía brasileña por el potencial peso inflacionario al encarecer los productos importados, en especial los bienes de capital adquiridos en el exterior.
La inflación se proyecta como la mayor fuente de preocupación para el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que teme que los precios al consumidor excedan la meta inflacionaria del año, de 4,5% con un margen de variación de dos puntos porcentuales.
En mayo, el índice inflacionario alcanzó un acumulado de 6,5% en los últimos 12 meses, en el límite más alto de la meta oficial.
No obstante, la valorización del dólar es vista con beneplácito por sectores productivos como la industria y la agricultura, que han visto mejorar su competitividad exportadora y dentro del mercado interno por el encarecimiento de productos importados.