Siete calaveras en busca del amor sorprendieron la tarde del sábado, a los vecinos de Ciudad Colón, en el cantón de Mora.
No se trató de muertos que regresaron para cobrar venganza, sino del grupo Teatro Laboratorio, de la Universidad Nacional, que, con zancos, ropa rasgada y maquillaje tenebroso, logró que la gente pasara del susto a la risa.
Los histriones comenzaron su recorrido a un costado del Mercado Viejo. Los primeros en seguirlos fueron los niños; se sumaron luego los más grandes hasta que, de pronto, la gran caravana los estaba rodeando en una de las esquinas del parque.
Con la atención de todos, los artistas armaron una boda para una de las integrantes del elenco que lloraba amargamente, pues su novio se había escapado.
El novio, los invitados y hasta las chicas para atrapar el arreglo floral de la novia salieron del público. La gente se apuntó , bailó, comió y hasta besos dieron.
“Qué locura de espectáculo, pero me gustó. Me gusta ver estas cosas en el parque”, dijo Juan Guerrero, de 76 años.