Caracas, Venezuela. La destrucción creativa de la medicina que la tecnología personal facilita a los médicos tener una imagen completa y actualizada de cada paciente para poder tratarlo de una manera realmente personalizada.
Esa es la visión de Eric Topol, genetista, cardiólogo y evangelizador en el campo de la denominada salud-m, una administración de salud que se apoya en dispositivos móviles, como teléfonos inteligentes y tabletas.
Actualmente, la proliferación de biosensores permite medir casi cualquier parámetro fisiológico, como la presión arterial y la concentración de oxígeno en la sangre.
Ese tipo de datos pueden ser enviados de manera inalámbrica al médico y ser usados por el paciente para mantenerse saludable, sostiene Topol.
Asegura, sin embargo, que la medicina en general se resiste a la transición del mundo analógico al digital, a pesar de los beneficios evidentes de una mayor disponibilidad de información que es digitalizable.
“Estamos en capacidad de digitalizar al ser humano. El potencial de tener a nuestro alcance a este ‘homo-digitus’ es enorme, y apenas comenzamos a utilizarlo”, señala el especialista.
Hasta ahora, las plataformas móviles de más penetración son Android y el IOS de Apple, las cuales cuentan con el mayor número de aplicaciones dedicadas a la medicina.
La aplicación instant heart rate , por ejemplo, disponible para el iPhone y los Android, solo requiere colocar el dedo índice sobre la cámara del teléfono inteligente por unos segundos.
De esa forma, ese programa envía pulsos luminosos y recoge información del flujo sanguíneo a través del cambio de color de la piel para determinar las pulsaciones por segundo.
Cardiograph es otra aplicación similar que puede producir un cardiograma básico, aunque advierte que no tiene precisión suficiente desde el punto de vista médico.
Hay aplicaciones de mayor precisión que necesitan añadir al teléfono un sensor especializado, como es el caso del tensiómetro Withings que se acopla al Iphone o al Ipad.
A través de una aplicación, ese programa registra y almacena las mediciones de la tensión arterial y de la frecuencia cardíaca para facilitar su seguimiento y evaluación. También permite enviar un correo electrónico al médico con los datos señalados.
A medida que se crean nuevos biosensores, los dispositivos móviles muestran más utilidad en la recolección de datos biomédicos y se abre la posibilidad de un seguimiento continuo y en tiempo real.
La compañía Vital Connect elaboró un parche que se coloca en el pecho o en la espalda y mide a través de un sensor la frecuencia cardíaca, temperatura y el ritmo respiratorio entre otros parámetros.
El dispositívo puede usarse de forma continua durante varios días, es resistente al agua y envía datos, de manera inalámbrica, a un teléfono inteligente en un radio de cerca de 15 metros.
El sensor, diseñado para personas de la tercera edad, cuenta con la aplicación Secura Fone Health que permite comunicarse con familiares o profesionales del usuario, en caso de emergencias.
Por su parte, la empresa BodyMedia comercializa un brazalete, similar a un reloj que contiene varios sensores y que se comunica con el Iphone y la Ipad para registrar de forma continua diversos parámetros del pulso, temperatura y demás datos del organismo.