El robot Curiosity de la NASA logró un primer estudio de la atmósfera marciana, algo que ayudará a saber cuánto ha variado ese planeta y si alguna vez pudo albergar vida. Los datos muestran una pérdida de parte de la atmósfera por un proceso físico que favoreció la retención de isótopos más pesados de ciertos elementos. Los isótopos son variantes de un elemento, pero con diferentes pesos atómicos.
Los científicos creen que las partes altas de la atmósfera marciana se habrían perdido en el espacio. La atmósfera marciana es 100 más delgada que la terrestre.
Según teorizan, en el pasado lejano el ambiente de Marte pudo ser muy diferente, con agua abundante y una atmósfera gruesa. Una nueva misión en el 2014 investigará la posible pérdida de la atmósfera superior.
Los instrumentos también tomaron las mediciones más detalladas hasta ahora en busca del gas metano en Marte.
Según se indicó en un comunicado, el Planeta Rojo tiene poca o nula presencia del gas metano, de interés por ser considerado un precursor químico de la vida. En la Tierra, puede ser producido por procesos biológicos y no biológicos.
“Obviamente, el gas metano no abunda en el sitio del cráter Gale, si es que existe. A esta altura de la misión, seguimos muy entusiasmados buscándolo”, dijo el científico Chris Webster, del laboratorio de propulsión en California.