El principal cuadrilátero político del país deparó esta mañana una ventaja al oficialista Partido Liberación Nacional (PLN) para enfrentar un año de batallas electorales previas a las elecciones presidenciales de febrero del 2014.
La elección de Luis Fernando Mendoza como presidente legislativo, gracias a votos aliados del PASE y de los dos evangélicos, permite al partido de Gobierno recuperar el control formal del Congreso y deja en posiciones secundarias y dispersas a las fuerzas de oposición que hace solo dos años atrás habían propinado una derrota al oficialismo.
Esta vez resultó eficaz la negociación del PLN con partidos pequeños, incluido el Renovación Costarricense que lidera el evangélico Justo Orozco, el voto de Restauración Nacional y de Accesibilidad sin Exclusión (PASE).
Los verdiblancos amarraron la posibilidad de colocar al guanacasteco Mendoza en el escritorio más alto del plenario legislativo, con la potestad de nombrar los integrantes de las comisiones y administrar los temas que se discutan en la Asamblea Legislativa.
Con Mendoza, el PLN recupera el escritorio que perdió hace dos años en manos de una alianza opositora ahora reventada. El año pasado, el PLN logró romper esa alianza pero teniendo que entregar su apoyo a Víctor Granados, del PASE.
Ahora, finalmente, la silla vuelve a manos oficialistas. Concluyeron así las negociaciones intensas y nocturnas en las que resultó protagónica la presidenta Laura Chinchilla, quien entró incluso en conflicto con el legislador Luis Gerardo Villanueva y finalmente le quitó el apoyo para ocupar el cargo que hoy quedó en manos de Mendoza.
El nuevo presidente legislativo, un hombre de partido, llega con una larga trayectoria en el Congreso, pues fue asesor durante tres cuatrienios antes de ocupar su curul de diputado guanacasteco. Se conoce las reglas, los pasillos y los atajos.
Mendoza llega con credencial de mesura. Carece del protagonismo de figuras como Villanueva o Fabio Molina, quien se mencionó en la víspera como posible candidato a la presidencia legislativa. Esa falta de protagonismo equivale a ausencia de anticuerpos notables dentro del PLN.
Apoyado por Chinchilla, amigo del dirigente Rodrigo Arias y aplaudido por el candidato Johnny Araya, Mendoza parece ser, en efecto, la carta de consenso liberacionista para manejar el recinto donde suelen resonar las campañas políticas.
Esto, sin embargo, fue posible gracias a votos ajenos. El PLN solo tiene 24 diputados y requirió el apoyo de otros, a cambio de puestos en el Directorio y otras monedas de cambio que nunca llegan a conocerse del todo en jornadas como esta.
Los socios en este caso volvieron a ser los dos legisladores cristianos y el PASE, agrupación fundada por Óscar López. Estos socios también ganaron. Su voto no resultó gratuito. El PASE, por ejemplo, colocó a su diputado Martín Monestel en la primera secretaría, con el poder administrativo y financiero de la Asamblea Legislativa.
El Partido Acción Ciudadana (PAC, mayor partido de oposición) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) votaron por sus propios candidatos, pero el Movimiento Libertario acabó fracturado y más bien dos de sus votos quedaron en la canasta del PLN.
Ni siquiera la visita que hizo Otto Guevara logró atar a los diputados de su partido, a nueve meses de los comicios presidenciales y sin que esté aún consolidada la alianza electoral contra el PLN que muchos opositores se han propuesto.
El candidato oficialista Johnny Araya, quien no asistió hoy al Congreso, reaccionó por redes sociales. “Celebro la decisión que tomó hoy la Asamblea Legislativa de elegir como presidente a Luis Fernando Mendoza”, escribió en su Facebook.
“Esta elección, junto a la de otros diputados de diferentes partidos que integran el Directorio legislativo, permitirá los espacios necesarios para el dialogo”, dijo el candidato que pretende dar el PLN un tercer periodo consecutivo en la presidencia del país.