EscucharLas conclusiones de un nuevo estudio británico traen un gran alivio a todas las madres, quienes, además de desempeñar la labor de crianza de sus hijos, laboran fuera del hogar.
Según los hallazgos, publicados en el Journal of Epidemiology Community Health , el desarrollo del niño no se ve afectado por el hecho de que su madre trabaje, incluso cuando lo hace durante su primer año de vida.
Es más, el estudio, liderado por Anne McMunn, concluye que los niños y las niñas que crecen en un hogar constituido por una pareja y donde los dos progenitores trabajan, sin importar el estatus económico ni el nivel educativo de la madre, son los pequeños que logran un mejor desarrollo.
Por su parte, los niños que crecen en un hogar liderado solo por la mujer o donde ambos padres están desempleados, son los que peor la llevan, según la evaluación donde los expertos midieron la calidad del desarrollo de los niños a través de un análisis de su comportamiento al cumplir los cinco años de edad.
El estudio se enmarca en el Millenium Cohort Study , una iniciativa financiada por el Consejo de Investigación Económica y Social de Gran Bretaña, que ha seguido el desarrollo de 19.000 niños nacidos entre el 2001 y el 2002, en busca de establecer los impactos de la familia moderna y de las disparidades sociales en el desarrollo de los niños de hoy.
Si bien el estudio determinó que tanto para las niñas como para los niños el mejor escenario es aquel donde los dos padres trabajan, cuando solo uno de ellos lo hace el efecto es distinto según el género del pequeño.
Los investigadores encontraron que los niños – y no las niñas– cuya madre era la que proveía el sustento del hogar presentaban más problemas de comportamiento que aquellos que crecían en un hogar donde ambos padres trabajaban.
Curiosamente, el estudio reveló que en las niñas los problemas de comportamiento a los cinco años eran más frecuentes cuando pertenecían a un hogar tradicional donde el padre era el proveedor y la madre se quedaba en casa.
En todo caso, el estudio revela que los niños no están en desventaja por tener una mamá que trabaja.
