“En 1958, tenía unos 11 años de edad y estaba por terminar un álbum sobre los seres vivos, vertebrados e invertebrados. Yo era feliz intercambiando postales. Esa era una de mis aficiones. Solo me faltaba una postal. Era algo así como ‘El pechoamarillo’, pero me llevé la desagradable sorpresa de que mi hermanito menor,
“Allá por 1963, tendría yo unos 8 años, quedaron grabados para siempre en mi memoria los dibujos y relatos que leía (y mi madre me explicó) en un álbum de
“Cuando era niña, tuve el álbum de las famosas muñecas de vestir. Era tanta la emoción de lograr completarlo, que vendía jocotes, chayotes, limones, de todo lo que se cosechaba en la casa para poder comprarme las postalitas”.
“Cuando estaba en la escuela, logré completar el álbum con todos los jugadores del Mundial Francia 98 y hasta me dieron el póster que regalaban a quien lograra llenar el álbúm; hasta que se me ocurrió llevarlo un día a la escuela y me lo robaron”.