Ellas, en su mayoría, llegaron para aprender a comer saludable, pero, en el proceso, también aprendieron a quererse más.
Ambos resultaron ser aprendizajes necesarios para combatir sus kilos de más.
Esta es la lucha de 100 vecinas de Alajuela, quienes se integraron al Programa Estilos de Vida Saludables, organizado por la Municipalidad.
Charlas sobre psicología y nutrición componen la base del proyecto, impartidas un día a la semana por profesionales.
Una vez al mes realizan ejercicios con preparadores físicos que procuran inculcarles las ventajas de la actividad física.
“Es un programa integral; con charlas sobre psicología, nutrición; también hay un asesoramiento a nivel físico y se lleva un control de las mujeres mediante exámenes médicos”, explicó Rose Mary Rosales, psicóloga, coordinadora del proyecto.
Este año el plan llegó a su quinta edición, gracias a la colaboración del Hospital de Alajuela, la Oficina de la Mujer de la Municipalidad, Agenda de Mujeres y la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica.
Las sesiones arrancaron en junio y concluyen en noviembre. Además, se organizó un grupo de seguimiento, integrado por las participantes del año anterior.
Aunque en un principio el programa está destinado a mayores de edad y la mayoría de las participantes tienen entre 40 y 60 años, se han unido más jóvenes.
Este es el caso de Daniela Mora, quien tiene 17 años y pesa 95 kilos. Ella asiste con su mamá.
“A veces ya no puedo ni respirar, y ya es hora de ir bajando de peso”, dijo, resuelta, la muchacha.
Cecilia Vargas, vecina de Laguna de Fraijanes, contó orgullosa su experiencia, tras participar en las sesiones del año pasado. Ella pesaba 95 kilos cuando empezó, y bajó hasta los 84.
“Fue un cambio en mi vida, porque antes no me cuidaba nada y me cansaba solo al caminar; además, aprendí a tomar tiempo para mí”, contó Vargas.
Combo de metas. El objetivo no solo consiste en bajar de peso, sino también en cambiar los malos hábitos alimentarios y reforzar la autoestima, para ganar motivación y no abandonar la lucha.
“Se trata de que mejoren su autoconcepto para que vayan teniendo más deseos de luchar por ellas”, agregó la psicóloga.
En este sentido, María de los Ángeles Montoya aseguró que asistir a las clases le ha ayudado a creer más en ella misma.
“Hemos aprendido a darnos valor como amas de casa y si me disciplino en nutrición, también puedo ayudar a mi familia para que coma más sano”, indicó.
Sabores saludables. Una vez que las mujeres asumen esa actitud, el siguiente paso es actuar directamente sobre la dieta.
Para hacerlo, Estilos de Vida Saludables cuenta la asesoría de Fresy Jiménez, estudiante de la Licenciatura de Nutrición de la UCR.
“Mi meta no es que bajen de peso, sino que cambien sus hábitos”, explicó Jiménez.
En las sesiones aprenden, entre otras cosas, a leer las etiquetas de los productos que compran para que sepan distinguir entre nutrientes e ingredientes grasosos.
“Me cuentan que se fijan en las etiquetas y que les preocupa tener el colesterol o la presión elevada“, apuntó la estudiante de Nutrición.
Las mismas participantes aseguran que han cambiado productos de la lista de compras por otros más saludables.
“He eliminado gaseosas y confites e incorporé frutas y vegetales”, aseguró María de los Ángeles Montoya, de 42 años.
La última Encuesta Nacional de Nutrición determinó que en 2009 el 77% de las mujeres entre 45 y 64 tenían sobrepeso u obesidad.