Para llegar a Júpiter la NASA invertirá $1.000 millones y el viaje durará cinco años. ¿Por qué vale la pena destinar esa cantidad de dinero en explorar un planeta tan lejano de la Tierra?
La científica colombiana Adriana Ocampo, es administradora del Programa de Misiones Científicas de la NASA y responsable de las misiones
Te daré un ejemplo muy actual y cotidiano. Todos conocemos el efecto invernadero y su impacto en el cambio climático. Pero resulta que aprendimos sobre él gracias a la exploración a Venus.
“Cuando se realizó el modelo climático para ese planeta se descubrió una alta cantidad de dióxido de carbono cuyo efecto era atrapar la energía solar sin dejarla escapar. Ese mismo patrón es el que ocurre en la Tierra y que ya ha sido bastante estudiado. La Tierra no es una isla, es parte de un sistema mucho más dinámico y lo que le afecta a otros planetas nos afectará a nosotros también”.
Júpiter es un planeta gigante, el más grande del Sistema Solar. Está compuesto de hidrógeno y helio y de haber tenido más masa pudo haber llegado a ser otro sol; es decir, nuestro Sistema Solar hubiera sido binario. Juega un papel muy importante porque es una protoestrella, emite más energía de la que recibe. Alrededor de Júpiter hay más de 13 lunas que son casi del tamaño de planetas, es como un minisistema solar dentro del nuestro. Este planeta también tiene un sistema climático muy complejo que de poder descifrarlo nos daría pistas para comprender mejor el comportamiento de huracanes, ciclones y otros desastres naturales. Durante millones de años Júpiter ha actuado como un escudo para proteger a la Tierra del impacto de otros cuerpos como asteroides y cometas.
El lanzamiento de la nave espacial
Una de las lunas de Júpiter, llamada Europa, tiene las tres condiciones básicas para albergar vida: océanos de agua líquida, una fuente de energía natural –el calor que el mismo Júpiter emite– y material orgánico como arcillas. A futuro la NASA planea, en colaboración con la Agencia Espacial Europea, enviar una nave con un módulo que se posará sobre la superficie de Europa. La idea es perforar la capa de hielo y explorar la zona de océano como si fuera un submarino y ahí tomar muestras para analizar.
Para la misión
Ha resultado muy polémica pues cuando se lanzó, el 19 de enero del 2006, Plutón era un planeta. Pero luego sucedió que el Instituto Astronómico Internacional lo declaró como un planeta menor. Esta misión es histórica pues por primera vez se enviará una nave espacial a la zona más alejada del Sistema Solar. Hasta el momento la única información que hemos podido recabar sobre Plutón ha sido por telescopios terrestres o por el
Plutón es uno de los llamados enanos de hielo del Cinturón de Kuiper, que está compuesto de cuerpos como asteroides y cometas, que son remanentes de la formación del sistema solar. Estos cuerpos tienen una superficie sólida pero gran parte de su masa es hielo, y además contienen gases como el metano. Sin embargo, es un planeta menor que resguarda muchas incógnitas. Un día en la Tierra son 24 horas, mientras que a Plutón le toma cientos de años en dar vuelta alrededor del sol. Además, es un sistema peculiar pues sus lunas son casi de su tamaño, y en esas condiciones nos interesa descubrir cómo es que se logra mantener ese equilibrio.