El 28% de los adolescentes están enviando por correo electrónico o mensajes de texto (SMS) fotos donde aparecen desnudos, según un estudio pionero en su campo realizado con centenares de estudiantes en Estados Unidos.
La práctica, conocida como sexting (unión de sex, sexo, y texting, envío de SMS), es mucho mayor a lo pensado hasta ahora, explicaron investigadores en un artículo publicado en Archives of pediatrics and adolescent medicine.
Los científicos encuestaron a 1.000 estudiantes de siete colegios públicos de Texas, EE. UU.
Además del 28% que han enviado fotos de sí mismos desnudos por medios electrónicos, encontraron que 57% habían recibido una solicitud para hacerlo y que el 31% había pedido ese tipo de material a otra persona.
Estos datos contrastan con estudios anteriores, los cuales indicaban que solo poco más del 1% de los adolescentes participaba en este tipo de prácticas.
El cambio se puede deber, creen los especialistas, a que en este caso hay muchos más participantes en el estudio, y culturalmente más diversos.
“Parece que el sexting es una versión moderna de juegos con trasfondo sexual de los adolescentes, como el “muéstrame algo y yo te muestro algo”, pero el que sea común no tolera su existencia. Al contrario, encontramos que a los adolescentes generalmente les molesta que les pidan enviar una fotografía desnudos”, dijo Jeff Temple, investigador principal.
“De hecho, casi que a todas la mujeres les molestó esa solicitud y, entre los hombres, la molestia se presentó en más de la mitad”, explicó Temple.
El equipo también investigó la relación entre sexting y actividad sexual, y halló que es más probable que quienes se compenetran mucho con él ya hayan tenido sexo.
“Los pediatras, creadores de política pública, escuelas y colegios y los padres, han estado limitados por falta de información acerca de la naturaleza y la importancia de sexting en adolescentes. Estos resultados dan nueva luz en la importancia de este tema desde el punto de vista de la salud pública y esperamos que los datos contribuyan a mejorar la política de salud de los adolescentes”, dijo Temple.
El especialista Temple recomienda a las personas que están cercanas a los adolescentes y notan comportamientos relacionados con sexting tomarlo como una oportunidad para discutir sobre el comportamiento sexual y el sexo seguro.
Temple recomendó a los padres también hablar a sus hijos sobre estos temas de una manera más abierta y directa.
Además, dijo que se debe analizar si un comportamiento tan extendido como este merece las penas que se le están asignando en varias legislaciones.
“Si nuestros resultados se extrapolaran a todo EE. UU., bajo la mayoría de las leyes, muchos millones de adolescentes serían perseguidos por pornografía infantil u otro tipo de crímenes sexuales. Hacer esto no solo castiga injustamente indiscreciones juveniles, sino que minimiza la severidad y seriedad de las verdaderas agresiones contra los menores”, comentó.
“En cambio, los recursos que se destinan actualmente a castigar criminalmente el sexting entre adolescentes podrían ser dados a programas de prevención y educación que se centren en reducir comportamientos sexuales riesgosos entre ellos”, añadió.
Temple trabajará ahora en un estudio sobre el impacto psicológico del sexting.
En Costa Rica se han hecho públicos varios casos de imágenes de contenido sexual de adolescentes, tomadas por ellos mismos de manera privada y que terminan siendo públicas.
Además, se conoce de al menos una condena relacionada con sexting. El caso se relaciona con un universitario que filmó con un celular a una menor de edad mientras se bañaba y luego distribuyó el video por Internet.
En la Asamblea Legislativa se tramita un proyecto de ley para la protección de niños y adolescentes frente a la violencia y delitos en el ámbito tecnológico. Un objetivo es castigar el sexting.
Finalmente, el Ministerio de Educación Pública implementará un programa de educación sexual, llamado Educación para la Afectividad y la Sexualidad Integral, el cual incluirá temas como el placer, el poder y la identidad, además de la responsabilidad y el abuso.