El escenario improvisado al costado oeste del Estadio Nacional, en La Sabana, se llenó de vida a las 9:10 p.m., cuando la obra
Cientos de personas se aglomeraron, poco a poco, para ser testigos del espectáculo que fue creado en 1994 para la ceremonia de inauguración del Túnel de la Mancha, estructura que conecta el continente europeo con Reino Unido.
Se impusieron el orden y la tranquilidad: todas las personas se sentaron para darle visibilidad a quienes se encontraban a sus espaldas.
Sobre el escenario, pieza a pieza, los actores fueron armando la estructura principal de la obra, lo que parecía el casco de un barco, que medía al menos tres metros de altura.
Con gritos y aplausos, los espectadores celebraron el estallido de los fuegos artificiales que se emplearon para narrar la historia.
La obra dejó a los presentes la tarea reflexionar sobre lo importante de cuidar los océanos.