Víctimas del temporal esperan con incertidumbre ayuda estatal

A 25 días de las torrenciales lluvias causadas por el huracán Tomas, el panorama para muchas víctimas es complejo: las donaciones han disminuido y la llegada de soluciones de vivienda genera dudas.

El 4 de noviembre un deslizamiento dejó como saldo 23 fallecidos, una mujer desaparecida y 25 familias sin vivienda en calle Lajas, en San Antonio de Escazú.

A la fecha, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) ha beneficiado con un alquiler de vivienda, ropa y comida, según lo necesiten, a 99 familias afectadas, lo que representa una erogación de ¢26 millones.

Sin embargo, 34 familias (125 personas) siguen a la espera de una solución, en el Liceo de Escazú, único albergue que atiende a las víctimas de calle Lajas.

“Las colaboraciones han bajado mucho. Se están necesitando cubiertos desechables y artículos de limpieza”, expresó Juan Marín, miembro de Promundo, la organización que coordina el albergue.

Por otra parte, Maritza Rojas, directora de Desarrollo Humano de la Municipalidad de Escazú, afirmó que la incertidumbre es “natural”, ya que cada familia representa una afectación particular.

“Hay incertidumbre, porque las soluciones tienen que ser diferentes para cada caso”, afirmó Rojas.

Asimismo, la funcionaria destacó que los damnificados tienen muchas dudas sobre por cuánto tiempo podrán alquilar una casa.

No obstante, Juan Carlos Dengo, subgerente de Desarrollo Social del IMAS, explicó que a los vecinos propietarios en calle Lajas se les arrendará una casa por un año, y quienes alquilaban recibirán un subsidio durante tres meses.

Mientras tanto, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) sigue vigilando la zona afectada por la avalancha.

En riesgo. Tres familias continúan viviendo bajo el peligro y la zozobra en calle Lajas, a la espera de un estudio de la CNE que les indicará si pueden seguir allí.

“No sabemos por cuánto tiempo nos van a ayudar. Algunas personas nos han dicho que por un mes, otras que por un año”, contó Jorge Hernández, uno de los afectados.

José Fabio Jiménez y su esposa María López aseguraron que se mantendrán en su casa, ya que no tienen otro lugar donde vivir.

“Aún no sabemos qué va a pasar con nosotros, pero no nos queremos ir”, expresó Jiménez.