Washington. EFE Las situaciones de estrés agudo, como ver una película de terror, llevan al cerebro a rememorar malas experiencias y a reorganizar su modo de funcionamiento, según un estudio publicado por la revista Science .
“El estrés agudo altera la forma en que nuestro cerebro funciona. Este cambio de estado cerebral se puede entender como una redistribución estratégica de los recursos que son vitales cuando la supervivencia está en juego” , detalló el estudio dirigido por Erno Hermans de la Universidad de Nueva York.
Cuando el cerebro se altera, nuestros sentidos se agudizan y el temor crea un estado de alerta que fortalece los recuerdos de experiencias estresantes previas, aunque esto también perjudica la capacidad de análisis.
Este tipo de estudio, que había sido también realizado en animales expuestos a estrés agudo, marca pautas sobre las reacciones neuroquímicas, pues se liberan varias hormonas y neurotransmisores que son capaces de alterar algunas propiedades celulares a gran escala en el cerebro.
Por ejemplo, en respuesta a la tensión se produce una activación del llamado eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA). Esto resulta en un aumento de la liberación sistémica de los corticosteroides. Sin embargo, el equipo de Hermans concluyó que el bloqueo del cortisol no influyó en la reorganización de la red cerebral.
“Hemos mostrado que la actividad moduladora de las neuronas en la primera fase de respuesta a la tensión provoca una reorganización de recursos neuronales. Estos establecen una red que contiene zonas involucradas en la reorientación de la atención, el aumento de la alerta perceptiva y el control automático neuroendocrino”, añadió el estudio.
Los científicos expusieron a los 80 voluntarios a materiales cinematográficos que provocan mucha aversión y a otros más corrientes para comparar las reacciones cerebrales mediante resonancia y analizar los compuestos salivales en cada una de las situaciones.
Otra de las conclusiones es que las situaciones de estrés agudo hacen difícil deliberar lentamente, mientras que se activan en el cerebro las regiones implicadas en la atención y la alerta, así como el sistema neuroendocrino.