Desde ayer, los vendedores ambulantes de las calles capitalinas burlaron la acción masiva de diferentes cuerpos policiales.
Mientras las autoridades tomaron las calles y aceras, las decenas de comerciantes informales que habitualmente se observan en San José, se esfumaron.
Así se pudo confirmar mediante un recorrido que efectuó un equipo de
El drástico cambio lo generó el centenar de oficiales de la Fuerza Pública, de la Policía Municipal, de Migración de la unidad de rastreo con perros K-9, y de los policletos.
Además, participaron funcionarios del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y del Ministerio de Salud.
Todos fueron parte de la primera operación conjunta para controlar el comercio en las calles, organizado como reacción a un fallo de la Sala IV que ordenó liberar la obstrucción de las vías públicas, confirmó Deytel Beita, subjefe de planes y operaciones de Policía Municipal josefina.
El funcionario indicó que a partir de ayer se realizarán estas acciones en forma sorpresiva para dispersar a los vendedores ambulantes.
En el expediente ante la Sala IV se plantea que debido a la obstrucción de vías públicas, a diario gran cantidad de adultos mayores y personas con discapacidad visual, o de otro tipo, se les dificulta el tránsito.
Según la Sala Constitucional, las ventas callejeras no solo les obstruyen el derecho de tránsito, sino que además ponen en riesgo su integridad física, debido a la posibilidad de una caída o atropello al tropezar con la cantidad de objetos que regularmente estorban en la vía.
El oficial afirmó que tanto la Fuerza Pública como la Policía Municipal tienen la facultad para decomisar ventas ambulantes.
El operativo consistió en realizar recorridos por sitios donde los vendedores acostumbran colocar sus ventas.
Sin embargo, María Esther Durán, vendedora en la calle 8, minimizó el esfuerzo policial. “Igual no vamos a renunciar a este tipo de ventas. No nos van a quitar tan fácil”, sentenció.