El Tribunal Supremo de Elecciones(TSE) ha llamado la atención a los dirigentes del Partido Unidad Social Cristiana(PUSC) por no entregar los reportes correspondientes de las donaciones a dicha agrupación desde hace 11 meses. También exigió el detalle de los gastos y contribuciones de la convención interna realizada el 19 de mayo pasado.
Según el TSE, el PUSC no entregó los reportes de contribuciones de los últimos trimestres del 2012 y del primer trimestre del 2013, pese a haberle enviado dos notas de advertencia. Si el partido incumple, se proseguirá con el respectivo procedimiento legal. Asimismo, se le ha pedido un reporte de las cuentas de cada tendencia en el reciente proceso interno, donde resultó vencedor el Dr. Rodolfo Hernández, el cual costó 150 millones de colones. La tesorera de este partido, Emilce Fuentes, manifestó que no ha recibido ninguna indicación del TSE y que los aportes para la convención se incluirán en el reporte del segundo trimestre del 2013 en julio próximo. Estas respuestas son comunes en todos los partidos políticos, después de un proceso electoral.
Se trata, en resumen, de la misma historia de siempre. El TSE conmina a los partidos políticos a observar fielmente las normas financieras correspondientes, pues generalmente abundan las omisiones y los atrasos, pero siempre se responde con evasivas. Aún más, el TSE brinda plazos para cumplir, pero persiste la inobservancia. Nótese que estamos en vísperas de otro torneo electoral y no solo algunos partidos están a la deriva en cuanto al ordenamiento interno, sin hablar de las divisiones ideológicas que los dominan, sino que las pugnas constituyen su mensaje favorito.
Sorprende, asimismo, que los partidos que más incumplen cargan con varios años de experiencia y de brega política. Sin embargo, su interés no se centra en la fidelidad a las normas, sino en el mero activismo político, prueba inequívoca de su falta sensibilidad legal y ética. Este no es un simple decir o una opinión a la ligera. Se trata de un asunto de la mayor entidad. Como dice nuestro pueblo, por la víspera se saca el día. Esta ligereza e irrespeto repetido en el orden legal y ético, en el proceso electoral y en las relaciones con el TSE, anuncia lo que ha de ocurrir a la hora de gobernar y dar cuenta al pueblo de su conducta.
Este es también el trasfondo de lo que ocurre en el país en el orden legal y moral, patente en las informaciones en la prensa. Más aún, los partidos que arrastran elevadas cuentas de corrupción y que, por tanto, deberían ser ejemplo de probidad, para restaurar su imagen en campaña, son los más proclives, con sus viejos o nuevos dirigentes, a las caídas o al cinismo político.