El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) anunció ayer que les adelantará ¢6.465 millones a los partidos políticos, a partir de octubre, para que enfrenten gastos de la campaña electoral.
El anticipo se repartirá de la siguiente manera: un 80% para partidos con candidatos presidenciales y un 20% para partidos que solo tengan candidaturas legislativas.
Si los 14 grupos que aspiran a la presidencia presentan candidaturas, cada uno podría acceder a ¢461 millones, siempre que depositen una garantía que responda en caso de no obtener suficientes votos para acceder a la deuda política.
Para un partido como Acción Ciudadana (PAC), ese monto equivale al 10% de lo que gastaron en la campaña anterior.
En el 2010, cada uno de los nueve partidos nacionales tuvo derecho a un adelanto de ¢229 millones.
El anticipo equivale al 15% de la deuda política total, que el TSE estimó en ¢43.100 millones para el 2014 (un 0,19% del PIB del año trasanterior a los comicios).
En la campaña pasada, el aporte estatal fue de ¢21.000 millones, ni la mitad de lo que será ahora, pues los diputados redujeron la deuda política a un 0,11% del PIB.
Los magistrados advirtieron que el monto del 2014 puede bajar, si los diputados lo aprueban antes del 2 de octubre. En el Congreso, ya se dictaminó un proyecto para reducir la deuda al 0,11% del PIB. El TSE, en tanto, propondrá duplicar o triplicar la deuda anticipada.
En este momento, si no hay reformas, los partidos corren el riesgo de quedarse sin el principal mecanismo que han usado para financiarse –los bonos de deuda política–, a causa de una acción presentada ante la Sala IV.