05/02/2012. recorrido para ver la cantidad de carros que regresan de la playa. / fotografia Fabian Hernandez para la nacion. (FAbian Hernandez)
Calles libres de presas, derrumbes y accidentes recibieron ayer a los vacacionistas que regresaron a la capital en el último día de descanso previo a la entrada a clases.
Así lo comprobó un equipo de La Nación que hizo un recorrido en horas de la tarde por la ruta 27 (comunica San José con Caldera) y la 32 (vía entre San José y Limón).
La información también fue confirmada por funcionarios de la Policía de Tránsito.
En la vía Caldera, los conductores no se encontraron con grandes embotellamientos, excepto por la espera habitual en los peajes.
¿La razón? Juan Carlos Vargas, oficial de tránsito, aseguró que el regreso de los vacacionistas fue fluido porque la ruta 27 se habilitó en un solo sentido entre el mediodía y las 6 p. m.
La medida se aplicó en un trayecto de casi 48 kilómetros en el sentido Caldera-San José, entre Pozón (en el cruce de Jacó con Orotina) y Ciudad Colón.
Eduardo Carvajal, de 59 años, se mostró satisfecho por el orden que reinaba ayer en la carretera.
“No encontramos presas, accidentes ni largas filas”, explicó el josefino, quien aprovechó el fin de semana para vacacionar con su familia en Tárcoles.
Una opinión similar tuvo Alberto López, de 33 años, quien andaba de paseo en Jacó. “Creo que tardamos, a lo mucho, una hora en el regreso”, añadió el joven.
En el Caribe. Una situación similar se vivió ayer en la ruta 32, que comunica San José y Limón.
Luis Meza Ortiz, inspector de Tránsito destacado en el puesto del Zurquí, calificó el retorno de los vacacionistas de “tranquilo y sin complicaciones”.
“Aunque el sábado llovió un poco, no se generaron derrumbes ni accidentes”, indicó el oficial.
El funcionario aseguró que, en comparación con otros años, fue menor la cantidad de ticos que aprovecharon para vacacionar durante el fin de semana previo a la entrada a clases.
Una opinión similar tuvo Emily Córdoba, quien acostumbra viajar a Guápiles con su familia en esta temporada.
“Este año, yo veo mucho menos carros. Tal vez por esto las calles están libres de presas”, añadió la mujer de 30 años, quien viajaba en compañía de sus tres hijos.
Diego Herrera, director de la Policía de Tránsito, manifestó que ayer trabajaron cerca de 300 oficiales en las diferentes carreteras del país. Ellos estaban encargados de controlar el ingreso de los vacacionistas en la capital.