Mejorar el sabor así como el valor nutritivo del tomate es el objetivo de un equipo internacional de 300 científicos de 14 países distintos.
Recientemente, ellos descifraron el código genético o genoma de este delicioso producto y publicaron sus hallazgos en la revista británica Nature .
La variedad de tomate ( Solanum lycopersicum ) secuenciado fue la llamada Heinz 1706, una especie de alta calidad que se usa en la investigación y que se cultiva en casi todo el mundo. También se descifró el de una variedad silvestre de jitomate ( Solanum pimpinellifolium ) y los resultados se compararon con el genoma de la papa.
¿Por qué eso es importante?
El tomate es el fruto más difundido y consumido en el mundo, el de mayor valor económico y el de mayor mercado.
Se calcula que hay alrededor de 7.500 variedades. Prácticamente, no hay platillo de cualquier cocina en el mundo que no incluya unos cuantos para preparar la comida de todos los días.
Según el nuevo reporte científico, el tomate tiene 35.000 genes, ordenados en 12 cromosomas. En comparación, los seres humanos tienen 23.000 genes en 23 pares de cromosomas.
Los científicos esperan que, mediante investigación y cruces de esos cromosomas vegetales, se puedan describir mejor las secuencias genéticas para saber cuáles genes inciden en el gusto, la resistencia a las enfermedades o la posibilidad de crecer de este cultivo en distintos tipos de suelo o clima.
Conocer esta información permitiría favorecer los sembradíos y beneficiaría a consumidores de todo el mundo. Costa Rica no sería la excepción.
En el país. Conociendo la importancia de este producto para el país, la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Instituto Nacional de Innovación y Tecnología Agropecuaria (INTA) trabajan en proyectos para el mejoramiento genético en el tomate.
“Al incorporar genes a los materiales comerciales, el producto puede salir con mejores características y se reduce también la contaminación.
“Además, si Costa Rica sigue trabajando en el mejoramiento genético, esto beneficiará a los productores de este cultivo en el país, ya que no tendrían que invertir en semillas. El proceso es caro y lento, pero necesario”, dijo Ligia López, gerente del Programa Nacional de Tomate e investigadora del INTA.
En el país, hay 976 hectáreas y 920 productores dedicados al cultivo del tomate, con un total de producción y consumo de 60.000 toneladas anuales.
“Según el objetivo del investigador se transfiere el gen para obtener resultados más certeros”, indicó la especialista.
Es conocido que el consumo del tomate tiene un alto potencial protector para la salud de las personas: previene el cáncer de próstata, reduce el colesterol, combate diferentes tipos de infecciones, fortalece el sistema inmunológico, es diurético, aplaca dolores artríticos, reduce riesgo de infartos y es un producto que elimina toxinas.
Según el último estado de precios del Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (Cenada) el costo del kilo del tomate está en ¢805.